Con dos amigas mas realizó una lista imaginativa de ahorro que no se reduce a comer arroz blanco y garbanzos (esto es muy fácil) sino a ideas que hace años nos hubieran llenado de vergüenza y a día de hoy nos hemos visto forzadas a poner en práctica.
No tratamos de exportar ninguna idea, aunque si de despertar interés y si podemos, forrarnos. Ya que laboralmente no nos ha servido dejarnos las pestañas delante del ordenador durante años, vamos a ver si por la vía del desahogo en internet conseguimos algo.
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