lunes, 5 de abril de 2010

Gran Via

Me he ido esta mañana con mi padre a la Gran Vía, no porque fuéramos a celebrar el famoso aniversario (todo cortado), sino porque íbamos a comprar a Productos Químicos Riesgos, que es una de mis tiendas favoritas, a comprar cosas interesantísimas que no es tan fácil encontrar en otros sitios.
C.W y yo trabajamos largos años en la Gran Vía, y no porque nos demos a la noche ni al alterne, que ya no tenemos cuerpo, y además nunca fue nuestra vocación. El sitio Elegante tenía tres sedes y una estaba allí. C.W pasó por las tres y desarrolló "Indefensión Aprendida" y yo trabajé todo el tiempo en Gran Vía.

Según C.W. su madre le tenía prohibido andar por ahí, pudiendo andar por mejores sitios, y mira tu por donde, durante 6 largos años, le dimos al tacón por la famosa calle  y sus aledaños y descubrimos que era uno de los mejores sitios para trabajar, por diversas razones.

A ver ¿ustedes tenían cerca un sitio para tomar un bull shot a la salida del trabajo? Pues nosotras si, en el Del Diego, donde nos trataban de cine. ¿podían desayunar en Chicote? pues nosotras si. ¿podías ir a arreglar una tuerca del reloj a Grassy? Nosotras íbamos.
¿les avisaban del outlet de Loewe antes que a nadie y les guardaban los bolsos marrones para que los vieran antes de que los sacaran a la venta? . Pues a nosotras si....¿podían entrevistar candidatos en la Gran Peña o en el Círculo de Bellas Artes? yo si..
Y sobre todo, yo iba y volvía andando de casa al trabajo, porque fuera la hora que fuera había gente en la calle...
Lo echo mucho de menos.... eso era salario emocional, y lo demás, tonterías

Pasen y vean, los ciegos no pagan

Vengo yo reflexiva y semanasantera porque, en ausencia de internete y acceso al blog, me he dado al libro y la película.  Me gusta a mi ver los libros subrrayados de cuando Marcuse ocupaba parte de  mi tiempo. Lo que es la vida. Como dijo Paquirri en su lecho de muerte, to, pa ná.
Me tragué una entrevista con Boadella (mira que me gusta este señor, por cierto, les debo una lista de tipos que me gustan), donde hablaba del poder de la fantasía y la paranoia a propósito de los nacionalismos y el vacío cultural lleno de mitologías inventadas por y para la destrucción. Me gustó y tomé notas.
Me releí "Pequeñeces", para mirar con gafas viejas a mi colección de parientes, que son todos  rancios y mas cursis que el día de la madre, y tan faltos de interés que no dan ni para personajes.  Hasta para ser malo hay que tener cierto relieve. El tiempo de las novelas donde no pasa nada a personajes que no han hecho nada ha pasado, afortunadamente.
Y me hace gracia ver como C.W ha estado en la playa y el chiringuito cabreada ante la estulticia de las nocturnas, mientras yo me he dedicado a ver llover por la ventana....
Pero, mañana se acaba el asunto, y habrá que volver a poner interés en el periódico y la búsqueda de trabajo, que me he creído que, como estaba de vacaciones, era porque estaba trabajando. Y no.

Las piedras y la culpa

Ya sé que debía haber anunciado que me marchaba, pero no me dio la vida para hacerlo, y ya estoy aquí, después de haberme tragado el atasco.
Dice C.W que soy mala. La verdad es que muy buena no soy.  Como decía antiguo novio, soy un cabrón, pero no un jodido cabrón. Todavía hay escalas y matices.

Lo de la maldad y la culpa es un tema muy semanasantero.  Por un lado, nos resistimos a aceptar que nuestros defectos puedan ser esenciales, y no puedan ser subsanables por nuestra voluntad, porque eso iría contra nuestra querida autoestima, que tanto nos enseñan a mimar ahora. Y resulta, como poco, contradictorio, cuando lo que se lleva es que todo el mundo sea muy malo y muy cabrón, o por lo menos eso llena las teles y los periódicos.
Y por otro, si soy malo, seguro que no es culpa mía. Difícilmente aceptaré que si soy mala puedo ser buena, no tanto a base de esfuerzo, sino de represión (autorrepresión, la peor de todas) sino que además, si puedo echarle la culpa a otro, mejor que mejor.

Lo mejor, mirar en la familia. Si tu hermano es un hijo de puta, seguro que la culpa es de tu cuñada, porque aceptar que tu hermano es un hijo de puta, quiere decir que la que es de lo peor es tu madre, y probablemente tu también lo puedas ser en un porcentaje bastante aceptable.  Si tu padre se volvió a casar, la segunda es una arpía, y si tu madre se lo cedió todo a las monjas, la culpa es de las monjas, que son unas peseteras. Si tu hijo es un egoísta, la culpa es de tu suegra, que lo malcrió, y si tu marido se largó con otra, es porque siempre fué un débil y su secretaria una guarra. No estoy poniendo ejemplos de mujeres por ninguna razón especial. Puedo repetir las mismas con hombres. El caso es derivar el defecto al que no tenga nada que ver con nosotros. No vaya a ser que tengamos los mismos.
Y es que los defectos, cuando son conocidos, parecen mas disculpables.
En mi casa, por ejemplo, nos bebemos el agua del florero y desconfiamos de los abstemios absolutos.  Somos generosos con los vecinos y perros con los hermanos, pero es que los vecinos son nuestros y los hermanos ya no.
Lo nuestro es la moral absoluta, menos para nosotros, que nos va la situacional. (por cierto que me he tragado dos películas que daban para mis casos prácticos de Ética de 5º de carrera, que ya desarrollaré en otra entrada).
El caso es que si somos malos, no nos lo digan, que nos hiere, y no podemos cambiar, porque no es culpa nuestra.
Total, que como siempre, la culpa, al empedrado.

Pablo de Lora

Me tragué ayer varias de las ponencias de Pablo de Lora, avisada por una amiga profe de la Complu. La Complu hace mucho que dejo de ser la u...