Es el título del libro que va a escribir Tikitina uno de estos días. Había jurado (y casi conseguido) no hablar mas de marmotas, que ya saben que mi padre me lo tiene prohibido.
El tema de las marmotas es uno de los temas favoritas de mi cuñada, que es de esas estafadoras laborales profesionales, permanentemente ahogada en un vaso de agua y cuyos hijos deben estar terminales, porque acuden a urgencias si no les suben las mechas y que alterna la depresión con la ansiedad.
En fin. Me he resistido porque el tema me pudre y porque no quiero mezclar a Kant con las bayetas. Pero el tema está que arde, y como me he estado estudiando la reforma laboral pues no he podido dejar de sacarlas a colación.
C.W. ha regresado con su ipad, (y yo que tenía un macintosh hace 20 años y todo el mundo se metía conmigo...) y yo me congratulo, y hablando de prohibiciones dice que van a exigir lejía. Que equivocada estás, la lejía y el amoníaco están prohibidos en muchos paises, así que harán la mugre obligatoria, y las marmotas pasarán al régimen general.
Ese, ese justo será el momento, que, una vez que hayan pasado al régimen general y hayan sido constituidas en guarras obligatorias ante la imposibilidad de utilizar el amoniaco, su despido será siempre improcedente, y como no habrá manera de hacerles un contrato de fomento del empleo, les caerán 45 días y no se las podrá llamar guarras, porque estará prohibido, (no queremos una España donde nadie humille ni sea humillado) ni, por supuesto, una España con amoniaco.
Sé que desvarío, pero el tema de la marmota me escuece, breves o dilatadas, nacionales o de importación, albergan todas una sindicalista en potencia, una rencorosa vengativa y una enferma crónica sea en potencia o en acto. Y luego está el asunto novios, que no excluye el asunto maridos. Es decir, que pueden tener novio y marido a la vez, y ser pegadas y chuleadas por ambos.
Me pudre hacer terapia a las marmotas, que además, se ríen de mi en mis hocicos. Enemigos pagados. Eso es lo que son, y como las pasen al régimen general, arde el ministerio de trabajo, digo de paro
El tema de las marmotas es uno de los temas favoritas de mi cuñada, que es de esas estafadoras laborales profesionales, permanentemente ahogada en un vaso de agua y cuyos hijos deben estar terminales, porque acuden a urgencias si no les suben las mechas y que alterna la depresión con la ansiedad.
En fin. Me he resistido porque el tema me pudre y porque no quiero mezclar a Kant con las bayetas. Pero el tema está que arde, y como me he estado estudiando la reforma laboral pues no he podido dejar de sacarlas a colación.
C.W. ha regresado con su ipad, (y yo que tenía un macintosh hace 20 años y todo el mundo se metía conmigo...) y yo me congratulo, y hablando de prohibiciones dice que van a exigir lejía. Que equivocada estás, la lejía y el amoníaco están prohibidos en muchos paises, así que harán la mugre obligatoria, y las marmotas pasarán al régimen general.
Ese, ese justo será el momento, que, una vez que hayan pasado al régimen general y hayan sido constituidas en guarras obligatorias ante la imposibilidad de utilizar el amoniaco, su despido será siempre improcedente, y como no habrá manera de hacerles un contrato de fomento del empleo, les caerán 45 días y no se las podrá llamar guarras, porque estará prohibido, (no queremos una España donde nadie humille ni sea humillado) ni, por supuesto, una España con amoniaco.
Sé que desvarío, pero el tema de la marmota me escuece, breves o dilatadas, nacionales o de importación, albergan todas una sindicalista en potencia, una rencorosa vengativa y una enferma crónica sea en potencia o en acto. Y luego está el asunto novios, que no excluye el asunto maridos. Es decir, que pueden tener novio y marido a la vez, y ser pegadas y chuleadas por ambos.
Me pudre hacer terapia a las marmotas, que además, se ríen de mi en mis hocicos. Enemigos pagados. Eso es lo que son, y como las pasen al régimen general, arde el ministerio de trabajo, digo de paro
