viernes, 15 de abril de 2011

La vanidad y el rodal del gusto

Como ustedes recuerdan, en el principio del principio, C.W. y yo, movidas por la ambición y sobre todo la pobreza, decidimos fundar este blog, que estaba destinado a que nos forráramos ya que el mercado laboral había decido expulsarme.
 El blog quería desmontar la mayor parte de las tontadas que se dicen en el Recurso Humano, y, si el del libro del queso había tenido éxito, no había razón para que nosotras, que somos mucho mas listas, no lo tuviéramos.

Pero C.W. es poco constante y dispersa en sus esfuerzos, y además, se apunta a lo último que se le ocurre lo cual desvía mucho del foco de la acción,  y yo no  tengo ni idea de finanzas (ella se supone que si, que no sólo estudió Empresariales, sino incluso trabajó en Control de Gestión), con lo cual el proyecto amenazó ruina desde el primer día.

Aún así, que nos lanzamos a escribir, (me lancé yo, que era la que tenía tiempo y estaba desesperada) y el resto ya lo saben ustedes, que para eso se subieron al Alsa en algún momento.  Incluso al principio tuvimos una tercera colaboradora, que nos dejó a los diez minutos. En fin, que al final, me quedé sola.

Con nuestras tácticas de guerrilleras y autobombo, dejando señuelos por aquí y por allá, fuimos haciendo amigos que primero cabían en un taxi, luego en el Alsa, y ahora ya no hacemos amigos, porque ya no hacemos mucha publicidad y además empezamos a estar muy vistas. Dado que no vamos a hacernos ricas, mejor ser un club selecto.

De vez en cuando yo tengo ataques de pánico y cierro el chiringo, y el resto ya lo saben. C.W. ha emigrado y está venga a tomarse copas en la clase business y yo volví a trabajar y claramente el Blog derivó del asunto laboral al asunto vital.  Life coaching on line, basado en el refranero castellano, di que si.

En fin. Todo este rollo para iniciados viene a cuento porque resulta que me han invitado a colaborar en una revista digital. (o como se llame el concepto este)  A mi, a la Economista,  sin conocerme de nada mas que de este blog.
Y claro, me han dado en el rodal del gusto, que ya saben que es una expresión que Federico Jiménez Losantos y yo usamos con asiduidad porque procedemos de la misma zona.

No han invitado a mi verdadero yo, han invitado a la Economista Descubierta.  Oh Dios mío, lo que es la vanidad, y el gustito que da que te alaben e inviten aunque sea al bautizo de una muñeca.

He decidido aceptar.  Me dice el Director que les advierta de (sic)  que se trata de una revista esquizofrénica en cuanto a línea editorial. Tan pronto tienes a un libertario como a una progre radical en la nota siguiente.   

Cuando empiece les avisaré, naturalmente, y tampoco voy a abandonar el blog aunque esto va a significar una exigencia intelectual  para la cual no sé si me dará el cacumen.  El WFA y el tinte del pelo me han dejado un poco escasa de ideas, así que aviso que es posible que en el nuevo sitio aparezcan cosas que ustedes ya leyeron, de esta u otra manera.

Conclusión, estén preparados porque La Economista Descubierta inicia una nueva fase.  Oh vanidad, oh gloria efímera, oh, rodal del gusto.




Pablo de Lora

Me tragué ayer varias de las ponencias de Pablo de Lora, avisada por una amiga profe de la Complu. La Complu hace mucho que dejo de ser la u...