miércoles, 14 de octubre de 2020

Mi actual desempeño


No les he contado, (total ya no me leen) que vuelvo a ser jefecilla. Y digo jefecilla porque un dia eres y otro no eres, y tal y como están las cosas mañana lo mismo estoy de nuevo en paro. 
CW y yo volvemos a ser compañeras aunque un poco demasiado alejadas. Eso si, de elegante este sitio tiene bastante poco. Digamos que es un ambiente macarra donde todos los días te levantas esperando la próxima faena.  Como una telenovela de malos malísimos, pero sin buenos. 

Una delicia. 

CW insistió mucho en que no lo aceptase,  pero  hace mucho que yo solo trabajo por dinero así que no quedaba otra que aceptar. Y ahí estamos, condenadas las dos hasta que nos echen... 
Pedorras.

CW y yo -que no nos vemos todo lo que deberíamos- hicimos el otro día una lista de pedorras, para poner después en común si las características que las definían eran comunes y podíamos elaborar alguna teoría o taxonomía que las englobase.
En algunas coincidíamos, bien por haberlas soportado en común, bien por coincidir en los criterios. 
Diferíamos sin embargo en algunas que a mi solo me parecían simples o de escasa inteligencia y a CW le parecían insoportables. A CW la falta de inteligencia le parece intolerable, y a mi, la verdad, me da como penita y vergüenza ajena -siempre y cuando no vaya acompañada de indiscreción- (La discreción no deja de ser otro rasgo de la inteligencia, a decir del refrán  "El cristiano que no entienda tiene poca discreción"

Aplicando después un poco de Teoría de Género, número y caso, llegamos a la conclusion de que solo las que en su vida se habían visto en otra igual y habían sido criadas por una que o llevaba el trapo en la cabeza o en un país comunista, estaban permanentemente empeñadas en polemizar hasta el absurdo , victimizarse y reclamar como derecho aquello que por su inteligencia nunca hubieran conseguido pero si por otros méritos dudosos del estilo torcer la cabeza y parpadear cuando el jefe decía  "buenos días".  O presumir de lo desastrosas que eran en todo menos en dar órdenes a todos, que ya por fin soy jefaza enorme.
Lo que ahora se llama "Being confrontational" en una pedorra desquiciada, tipo la Ministra de Medalomismo, promovida a un cargo hecho a medida de su consorte, o una listilla de Comunicación, por citar dos ejemplos, es jugar con la buena educación y la paciencia.
Verdaderamente, la famosa Sororidad de las pedorras debe ser mi Tikun (que es mejor que el Karma) porque cada dos trabajos me encuentro una.  
CW arde en deseos de conocerla. A ver si propicio un encuentro, que nos vamos a reir much


domingo, 24 de mayo de 2020

Escuelas de Flórez

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Yo fui a una de esas escuelas de Flórez que hab'ían sido diseñadas, mas que con criterio pedagógico, con criterio higiénico. Aulas grandes donde la luz entraba por la izquierda, orientadas al norte, ventiladas y con espacio para que los pupitres pudieran estar suficientemente separados. El profesor, en un estrado suficientemente alejado de los niños, y unas galerías con ventanales y terrazas donde podía, llegado el caso, pasarse el recreo si llovía. Dos puertas independientes, módulos separables.

En pleno debate de como y cuando volverán los niños al colegio, el modelo actual, que si cooperativo, que si mesas de colaboración, que si trabajo en grupo y compañero de hombro, ha demostrado que a los piojos y al COVID los nuevos sistemas educativos de distribución del aula les vienen que ni pintados.

Mandamos a los niños a casa un 11 de marzo y si vuelven, en septiembre, será con aprobado general y patada hacia delante. Debo ser la única que piensa que deberían repetir todos curso que mejor retroceder para coger carrerilla que arrastrar un año perdido entre las clases online y los exámenes tipo test del estilo Cosmopolitan, "Eres romántica o apasionada", mayoría de A, romántica.

No vamos a dejar a nadie atrás, que vamos a quitar las Matemáticas del Bachillerato no sea que además del trauma de quedarse sin viaje de fin de curso suspendan y se depriman.

Nunca nos preparamos para pandemia, para crisis si, que ya llevamos unas cuantas, pero nunca se gestionó el futuro igual de mal que el presente. No se si me indigna o me deprime, pero en mi Escuela de Florez se hubiera podido volver a clase a los pocos días, y en el sistema absurdo basado en el proyecto y la felicidad, nos fuimos en marzo y aquí seguimos. Enganchados a internet, eso si, que hay unos videos fabulosos de la tabla de multiplicar.

https://es.wikipedia.org/wiki/Antonio_Fl%C3%B3rez_Urdapilleta

Abundanta


Que en el trabajo somos todos putas ya lo sabíamos. Que además hay putas de cuneta y carretera y putas de catálogo y quilate, tambien.

A partir de determinada edad, por mucho quilate que te ofrezcan, todo es cuneta y carretera. Anda que si llego yo a saberlo, hago oposiciones a prisiones y me voy al Salto del Negro a contarlos de dos en dos y cerrar la puerta.

Pudiera parecer que el teletrabajo evitara las situaciones de politiqueo e hijoputismo, pero ¡quia! el que es malo lo es, presencial o en remoto. Y aunque lei que tendemos a pensar que todo el mundo dice la verdad (cualquier otra cosa sería por lo visto insoportable) mas nos valiera ser un poco mas gallegos y mas desconfiados, porque si ya sabía que casi todos eran tontos, nuevamente me he vuelto a encontrar con que, además de tontos, son muy malos.

Y cuando parecía que, básicamente por edad,  ya no podía encontrarme a muchos mas
Abundanta, es la nueva encargada de que yo cumpla mi Tikun,  mi media naranja amarga .

El otro dia CW y yo hicimos una lista de pedorras conocidas, del mundo laboral o del corriente. La definición de pedorra para ambas no era exactamente la misma, porque a CW alguna que a mi solo me parecía tonta, de corta, vaya, a ella le parecía pedorrisima.

Engañadas de la autoestima, que decía un compañero de trabajo, podían haber aprovechado este gran confitamiento para haber sido un poco mejores personas, pero no.

El que nace lechón, muere cochino. 

domingo, 26 de abril de 2020

Encarcelada


En el primer día de  salida de Ramón y Malalusa yo he decidido quedarme en  casa. Las semanas de encierro, ayer 25 de abril (siempre) me han hecho pasar, como a todos, supongo, del miedo a la rabia, de la rabia a la impotencia, y, en mi caso, a una tremenda melancolía que ha pasado por recordar, -muchisimo- a Antiguo Novio. 

A lo mejor no es la pandemia sino la primavera y la edad, o las dos cosas. Los años que me caen con incipientes dolores de cadera, presbicia, canas que no puedo tapar con mechas y sobre todo, un cansancio de empezar de nuevo cuando apenas acababa de hacerlo hace unos meses.

Lo primero salvar la vida y después los trastos.  " To, pa ná"  Paquirri dixit, o mejor explicado, según Dominguín, en esta vida lo único seguro es que naces y te mueres, y lo demás son tiquismiquis.

Tiquismiquis aparte, la cárcel domestica me está royendo el ánimo con el que empecé este encierro.  Encierro que primero fue un alivio, yo que llegaba llena de posibilidades de traer la enfermedad a los míos, y que se ha terminado por convertir en Mamparitis.

Todos juntos, todos sanos, la vida y el trabajo conservado, y, sin embargo atroz y terriblemente sola. Y triste tristísima.




jueves, 19 de marzo de 2020

Comite de Crisis




El Recurso Humano, en estos días de la Gran Tribulación no es el personal sanitario, pero está pendiente, vaya si lo está, de los que vienen, los que no vienen, los que teletrabajan, los que en fin no pueden ni venir ni teletrabajar pero a los que no podemos permitirnos el lujo de regalarles las vacaciones. Y está pendiente tambien de cuanto se nos disparan los gastos para ir calculando ya cuando y cuántos tendrán que salir.

Supongo que en todos los sitios estamos igual y, salvando las distancias,  me veo de nuevo en un Comite de Crisis como el del 11 S... que vieja soy que en el entretanto y cuantas llevo ya....

En un Comité de Crisis, en teoría, se solucionan las contingencias no previstas y se establecen los planes si previstos. En la práctica, siempre hay un gilipollas determinado a hacer de esta la oportunidad de su vida.

A decir de los andaluces, que le gusta a una periodista la oportunidad de dar la noticia "nos hemos ido a la mierda".

En mi nuevo desempeño, que ni hace al caso contarles, ya saben ustedes que hoy estoy arriba y mañana en el INEM, la estrella del Comite de Crisis, es como no, la de Comunicación, que es una jovencita encantada de haberse conocido y que no se ha visto en otra igual. La crisis del 2008 le pillo en el colegio y la del Petroleo se la estudió en los libros.  En resumen: una niñata.

No se si  me ha pillado vieja o muy vieja, pero por sistema no doy crédito a nadie que no supiera quien era Torrebruno. Y me repatea que jueguen con mi buena educación. Osea, que te suelten una fresca sin venir a cuento y no puedas mandar a la interfecta a TPC en el mismo momento.

Existe un tipo de persona con una actitud  ahora llamada "hacer Challenge" que pasa por poner en duda todo lo que el otro diga, con ánimo no dialéctico, sino de tocar las narices y llamar la atención.

Y me resisto a pensar que es generacional. El que es gilipollas de mayor, probablemente lo era de pequeño.

Va para largo el encierro y no se yo si el comite de Crisis vaya a terminar como el Rosario de la Aurora.








domingo, 15 de marzo de 2020

Encerrada- como todos-



Podría hacerles un resumen de los últimos meses, que digo meses, si son años, pero creo que ya no me lo perdonarían y con toda la razón del mundo.

Digamos que long story short los avatares laborales me volvieron a poner abajo y otra vez arriba y esta vez me tienen lejos de casa, viviendo una especie de esquizofrenia laboral y personal que en lo único que compensa es en lo económico.

Hace mucho que lo único que me interesó de mi trabajo es conservarlo, y, aún así no se que hice en alguna otra vida que cada cierto tiempo me encuentro con que por mucho que hago por conservarlo, alguien prefiere que no lo haga.

Como decía Antiguo Novio, en el trabajo, Descubierta mía, todos somos putas.

Bueno, pues yo ahora, todavía más vieja y todavía haciendo bolos por el mundo. Por culpa de mi mala cabeza.

Entre los ires y los venires me agarró la pandemia en Madrid, que no es donde debo estar pero  si donde debería estar.

Yo me entiendo.

Llegué el jueves y de repente no solo no me dejaron salir, sino que tampoco me hubieran dejado entrar.

Podría estar rajando todo el tiempo sobre si aquellas mentecatas, incluida la mema de mi cuñada, que se fueron vestidas de espantajos a reivindicar lo que a ellas nunca les faltó, no serán culpables de delito contra la humanidad si al final vamos a palmar todos.

Mejor pandemia que guerra, pero que tontamente, oiga, que tontamente.











Pablo de Lora

Me tragué ayer varias de las ponencias de Pablo de Lora, avisada por una amiga profe de la Complu. La Complu hace mucho que dejo de ser la u...