Dramatismo

Querida Economista,
Yo te quiero mucho .. pero por favor no me sea tan dramática que para eso ya estoy yo y mis telenovelas.

Fue usted misma quien me regaló el libro “Aprender a decir NO” y es la verdad que es la primera vez que lo pongo en práctica, pero es por una razón verdaderamente importante, es más, yo diría que vital…

La mudanza tiene que suceder si o si este fin de semana y mi presencia es FUNDAMENTAL. Las condiciones higiénicas y espaciales del habitáculo actual son infrahumanas.

Un solo ejemplo, hay como 5 cajas encima de un armario amenazando con caerse encima de mi cabeza. Según el dueño son indispensables y su contenido esencial para la vida futura. Sólo he abierto 1.

Adivinen … tiene la friolera de alrededor de 75 gorras “brandeadas” y a cada cual más hortera.

Propongo posponer el Cocido. Si aceptan me amoldo a cualquier fecha futura y encima llevo 1 , 2 o 3 gorras para cada uno de los asistentes y sus ramones.

Si no aceptan, voy al cocido y si ven que no escribo durante un tiempo es que estoy en el hospital con una fractura abierta en el cráneo …

He dicho, C.W. Carrington

El decepcionante final

Les dije que C.W. no era perseverante. Es guapa, lista, y tiene dos carreras, y además es mi amiga y socia principal de este proyecto, pero no es perseverante.

Cierto es que yo llevo un par de días despistada, entre el insomnio y otros varios, pero C.W. nos ha dejado tirados.

No hay cocido, o al menos no hay de momento, porque C.W. se va de mudanza. Tanto reclamar seguidores, tanto pedir Alsa, tanto vestido blanco, tanta farola, y el puchero a la lumbre con agua sola. C.W. nos deja tirados y claro, si solo se había apuntado una seguidora, y encima C.W no viene, pues habrá que dejarlo para mejor ocasión.

No quiero entrar a valorar porqué no quiso nadie apuntarse. Le echaremos la culpa a la dispersión geográfica y al calor, pero me apena.