domingo, 9 de enero de 2011

Looksism, y la teoría de la ministra

Le pongo ministra con minúscula porque la Real Academia así lo prescribe ahora, aunque se me haga bola.  De todos modos tampoco me parece que se merezca la mayúscula.

Bien, el caso es que la ministra de sanidad, se ha despachado con una ley, o proyecto de ley, o lo que sea, donde se va a denunciar la discriminación por pinta, the famous looksism que ya hemos dado en primero de blog. En sus palabras, una España donde nadie humille y  nadie se sienta humillado.

Hasta ahí, todo precioso.  Son buenísimos estos de los derechos individuales exclusivos para los de sus ideas

Y a la vez, cae en mis manos el manual de estilo de un banco, que, claramente para sus oficinas en el país de origen dice que los hombres, como máximo, deben llevar siete joyas, que las medias deben ser siempre claras y que de tatuajes nasty de plasty. Como lo vea la ministra los va a empapelar a todos,  por discriminatorios y por decirle a la gente que no puede ir sin afeitar  y con las uñas largas.   La verdad es que lo chocante es que a la gente le tengan que explicar que hay que ducharse todos los días.



Y todo esto, en este país, donde la fiesta no es para feos. Osea, que finalmente han podido los de la mala pinta.

Estoy segura, vamos, segurísima, de que en España (y en todos los sitios) se discrimina por edad, por sexo, por pinta, por extracción social, vamos, que se discrimina por todo, y eso es así.  Que todos seamos hijos de Dios y tengamos derecho a votar no quiere decir que nos vayan a contratar.  Eso si. El día que el Rey necesite un traductor vietnamita-español para un viaje oficial, ya les digo yo que si tiene un tatuaje va a importar tres. El caso es tener las competencias (oh, cuanto tiempo sin hablar de ellas), y si las tienes, al final, te van a contratar.  Claro que si hay muchos que tienen the famous competencias, pues entre guapo y feo, ya saben, prima hermana, con mas ganas.

Por mucho que se empeñe la ministra, a los guapos les va mejor.  Naturalmente no es su caso, porque la ministra lo que se dice guapa no es,  y lista tampoco se sabe. Eso si, padrinos tuvo. Y contra eso por lo visto una ley no va a hacer.

Legislar para que en España la gente no se sienta humillada es una soberana estupidez. Que en la práctica, además, es inviable.
 A mi que la inmensa mayoría de los funcionarios vaya en vaqueros y sin afeitar, me humilla y me ofende,  por no hablar de que me tuteen las auxiliares de clínica, como si hubiéramos pastado en el mismo pesebre. Porque si son civil servants deberían ir al menos presentables. Aunque, como dice mi madre, sirven, porque no sirven, porque si sirvieran, no servirían.

Hemos empezado con las cuotas y la discriminación positiva y este es el camino del despeñadero. Empezamos con la cuota  de mujeres, y ahora tendremos las demas. Menos cuotas y mas poner rampas en los edificios públicos, que sé yo de mas de uno que no tiene acceso con rampas.
Además, no sé porque se empeña en algo que en fondo a ella no le ha hecho falta. La han colocado estupendamente a pesar de ser fea, ir mal vestida y no tener apenas formación ni experiencia.

Pablo de Lora

Me tragué ayer varias de las ponencias de Pablo de Lora, avisada por una amiga profe de la Complu. La Complu hace mucho que dejo de ser la u...