sábado, 25 de diciembre de 2010

Feliz Navidad

Tikitina ha encontrado trabajo, yo he encontrado trabajo. Dentro de poco Mapache estará trabajando también.

Este año, los Reyes han llegado antes. Eso, seguro.

¡¡feliz Navidad!!

martes, 21 de diciembre de 2010

No he desaparecido

Llevo varios días casi semanas haciéndome la muerta y ausente.  No es que no escriba es por falta de ganas, pero ando en una de esas situaciones sociofamiliares que me tiene ciertamente preocupada y ocupada, y por las noches, que es el momento del blog, caigo redonda y no puedo escribir. Calculo que esta situación pueda durar unas dos semanas mas y es posible que no aparezca  mucho, pero a la francesa no me voy.

No sólo no me he ido, sino que además he encontrado un nuevo concepto para desarrollar, aunque quizás no tenga tiempo hasta que "pasen estos días", pero es buenísimo. Hipergamia se llama y lo he encontrado leyendo un artículo estupendo, del que también les hablaré.
Entre tanto, he tenido, además, función del colegio de Ramón, entrevista suplicante para el colegio que sigue a este, cena de navidad de trabajo e incluso C.W. ha regresado como el turrón y la he visto de medio lado mientras ella se reencuentra con sus doscientas mejores amigas, celebra el bautizo de una muñeca e incluso visita a su nonagenaria abuelita.

Y, para el que no lo sepa, el fin de año para el Recurso Humano es temporada altísima y hay que cerrarlo todo e incluso enviar cestas de Navidad, beneficio social modelo Cuéntame donde los haya, pero que la gente ahora agradece mas que nunca.

En fin, eso, que no me he ido, pero tengo que resolver dos asuntos familiares importantes y en dos patadas vuelvo y les cuento la función del cole de Ramón y lo de la hipergamia, que me tiene fascinada.

lunes, 13 de diciembre de 2010

WFA

A

Teoría de la culpa de las masas y, por supuesto, el empedrado

Que yo no vierta mi mala leche en el blog con la frecuencia que lo hacía en el pasado no se debe sólo a que debo ocultar mi verdadera personalidad en el ya no tan nuevo trabajo. Se debe también a que muchos de los asuntos que me provocan mala leche se repiten y como tal, ya están reflejados en los primeras entradas del blog.

Pero, naturalmente, suceden hechos nuevos que dan nueva perspectiva a mi cabreo. El asunto de los controladores y el tratamiento de la excusa y la culpa se han venido a unir a un par de acontecimientos del ámbito personal que también me descomponen.

El tratamiento de la culpa colectiva me ha fascinado siempre.  Los alemanes son especialistas en disolución de culpa en el colectivo, todos culpables, nadie es culpable.  Las enfermedades mentales como excusa también son una de mis favoritos.  Especialmente la depresión y la ansiedad. La excusa a la culpa individual basada en la enfermedad mental, esa, esa es la que mas me gusta.

Hemos visto los pasados días un ataque de locura (dicen ellos) colectiva producida por hechos terribles que les han causado ansidedad y depresión y que les han puesto al borde del abismo, (según dice Cesar Cabo) que ha significado no sólo que yo no haya viajado, que es lo de menos, sino un verdadero desastre y una pasta gansa que al final, no sabemos de donde sacaremos para pagar.

Igual que en Alemania no se juzgó a los simples miembros del partido,  porque eran once millones, aquí se está tratando de disolver la culpa porque pobrecitos, estaban locos y estresados. Todos culpables, nadie es culpable.

Conozco a alguien que dice que la diferencia entre los locos y los hijos de puta es que los primeros van por la calle con dos piedras dándose en sus huevos, y los hijos de puta van por la calle con dos piedras dándote en tus huevos. A partir de este zafio pero simple análisis, y volviendo a la Metafísica de las Costumbres, revisemos entonces que ha sucedido aquí y cataloguemos de nuevo la enfermedad mental y la maldad, o mejor dicho, el egoísmo.

Nunca he creído demasiado en los  llamados derechos laborales, entre otras cosas porque son cosas que primero no se tienen y luego se adquieren y sinceramente creo que lo del derecho adquirido es ciertamente discutible.
Cuando las cosas van bien se tienen unas cosas y cuando van mal, se tienen otras. Y lo que es impresentable es utilizar la presión para defender unos derechos individuales, escudándose además en el grupo.

Los controladores le echan la culpa al gobierno, el gobierno le echa la culpa a la oposición, y, al margen ya del asunto de los controladores, menos asumir responsabilidades y cumplir con el deber y la obligación, cualquier excusa es válida.  Especialmente la de la enfermada mental, la angustia, la ansiedad y todas la colección de justificaciones varias de los estafadores laborales.
Pero ya saben, que, siempre siempre siempre, la culpa es de empedrado.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Corrección Política y estupidez suprema

Me desayuno con un artículo sobre un congreso escolar  organizado por CCOOque propugna, para evitar la educación sexista, vestuarios comunes a niños y niñas y la supresión de los uniformes. Ah, y que no se le pregunte a una embarazada si espera niño o niña.
Lo que nos faltaba por oír.
Me pregunto por qué no puedo ser políticamente incorrecta y sublevarme contra tanta tontería.  Esta misma mañana cuando iba a trabajar he visto a una niña de no mas de diez años con el pañuelo moro que ni sé como se llama ni me importa. Y si, una niña mora porque ser moro no es ni despectivo ni no, los romanos ya llamaban mauri a los moros. Pero de eso no dicen nada los sindicatos ni las feministas.
No puedo entender porqué un tanto por ciento muy elevado de mujeres se dedica a defender a la vez una cosa y la contraria sin haber leído a Hegel (me juego el cuello) y

jueves, 9 de diciembre de 2010

Echo de menos a Kant

Pensé yo que el Sitio Elegante era el Colmo de la Desobediencia Organizativa, pero no, me equivocaba y se demostraba mi bienaventuranza, en lo que a la inocencia se refiere.

Guardo aún un mail titulado "órdenes a la asistenta" en la que un indisciplinado se me rebelaba ante alguna exigencia por mi parte. Que tiempos aquellos. Quien me ha visto y quien me ve, ni sombra de lo que fui.

Hoy he recurrido a Kant. Es la única solución que encuentro para sobrellevar la represión que me he autoimpuesto para sobrevivir en mi puesto de trabajo. Directamente les derivo a la Fundamentación de la Metafísica de las Costumbres y que ahí encuentren mi respuesta a sus preguntas ¿que puedo hacer y cómo debo actuar?.

Ni que decir tiene que el interfecto interrogante se ha quedado helado. La culpa no es mía. Haber atendido en COU.

Echo de menos a Kant

Pensé yo que el Sitio Elegante era el Colmo de la Desobediencia Organizativa, pero no, me equivocaba y se demostraba mi bienaventuranza, en lo que a la inocencia se refiere.

Guardo aún un mail titulado "órdenes a la asistenta" en la que un indisciplinado se me rebelaba ante alguna exigencia por mi parte. Que tiempos aquellos. Quien me ha visto y quien me ve, ni sombra de lo que fui.

Hoy he recurrido a Kant. Es la única solución que encuentro para sobrellevar la represión que me he autoimpuesto para sobrevivir en mi puesto de trabajo. Directamente les derivo a la Fundamentación de la Metafísica y de las Costumbres y que ahí encuentren mi respuesta a sus preguntas ¿que puedo hacer y cómo debo actuar?.

Ni que decir tiene que el interfecto interrogante se ha quedado helado. La culpa no es mía. Haber atendido en COU.

martes, 7 de diciembre de 2010

Comunidad de Odios

Esto de la comunidad de odios lo he visto por ahí en otro blog, así que no es mío. Digamos que hay gente que le cae mal a casi todo el mundo, con sus excepciones, y gente a la que todo el mundo adora, con salvedades.
Me he acordado de esto por lo de Rubalcaba y una seguidora que decía que le molaba porque le parecía dialogante.  A mi Rubalcaba me parece malo malísimo, pero claro, a cada una le parece una cosa y en las "caidas" cada uno es muy libre.

En la lista de las demonizaciones públicas están a día de hoy los controladores y hace un par de meses los sindicalistas que provocaron la huelga del metro, pero eso son odios recientes así que no los vamos a clasificar.

Digamos que en la lista de los antipáticos oficiales nos encontramos con Fernando Alonso, y en la de los simpáticos a Rafa Nadal, novio que toda madre querría para su hija, o hijo, o para ella misma. En la de las estiradas Letizia la Fictizia que además de estirada es paleta, la pobre, (y tiene sus admiradoras) y en la de las visceralmente superfluas Paloma Segrelles, o como tu madre consiguió, gracias a una agenda, que te casaras con uno rico, aunque fuera feo, y, por supuesto, dedicado a C.W. Fiona Ferrer y su extraño padrastro.

Por no hablar de Belén Esteban, que concita por igual odio y amor. Vamos, que ni Tolstoi.

Eso, en el panorama de la Mundanité y el colorín, y, en el político, no hay como dejar pasar el tiempo para que Felipe González parezca un hombre de Estado, y se nos olvide que Maleni fue Lady Aviaco... o eso de Rubalcaba de "España no se merece un gobierno que mienta". En fin. No hay como dejar pasar el tiempo, hasta a Tamara tengo yo dejado de lado.

En fin.  Se me antoja difícil salir del círculo de antipatía. Yo misma tengo mis grandes detractores, que, si bien no son muchos, toda vez que yo no soy conocida ni famosa, lo son a conciencia.  En el trabajo este tengo ya uno que por que me tiene por una mindundi, pero a la legua se le ve que no me aguanta. Estas cosas suelen ser mutuas, y yo no tardo un minuto en averiguar aquello de lo que carecen (ya saben, el refranero y yo, juntos hasta la muerte).

Y todo esto, no sólo a cuenta de lo de Rubalcaba, sino también (y con esto ya lo dejamos) por lo de los controladores, que aunque salen ahora alegando demencia colectiva se han ganado la antipatía de la mayor parte de los españoles.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Derechos, convenios y demonización publica

A mi el Derecho Laboral me mola. Será porque me parece lo único sustancioso del Recurso Humano, toda vez que el resto es sentido común.  Me gusta el Derecho Laboral aunque la mayor parte de los jueces de lo Social son bastante impresentables e indefectiblemente se ponen de parte de los trabajadores, aunque estos sean unos jetas.
Me pregunto, a propósito del comentario de Mapache, quienes serán los defensores de los controladores y en que basarán su defensa.  Que despacho va a asumir el papelón y que sentencia va a dictar el juez, y lo digo porque uno de los controladores hablaba de Demonización Pública. La verdad, me gustaría tener la oportunidad de ver ese juicio y leer esa sentencia. Me gustaría ver ese convenio y esas tablas salariales, pero eso no hay manera de conseguirlo.

Ya saben ustedes que a mi la opinión pública y la doxa me dan rigurosamente igual, pero tengo mi propio criterio y en ese me baso, pero aquí, parece que los seguidores de Belén Esteban y yo coincidimos. Y la demonización pública no se basa tanto en opiniones, sino en hechos. Es un hecho que
han dejado tirada a media España, es un hecho que tienen mas derechos que el resto de los mortales, y eso, a la gente no le mola ni poquito.

Y no sé porqué se echan las manos a la cabeza porque los hayan militarizado. Para eso está el ejército, ¿no? para la guerra, y como no suele haber, para limpiar chapapote, apagar incendios o regular el tráfico aéreo. De verdad, cada vez que veo a la tal Blanca Uriarte sollozar hablando de señoras y ansiedad, lo único que pienso es que es, sobre todo, tonta, porque ni a la peluquería va a poder ir sin que le digan algo.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Aeropuertismos

Digamos que soy una de las afectadas, aunque, bien pensado, de las menos afectadas. Volaba en un vuelo barato y además, me podía volver a dormir a mi casa. Con cancelar mi viaje, que en cualquier caso tampoco era de placer, bastaba. Ya volveré.

 Pero, en cualquier caso, afectada, como tantos, de este país de pandereta donde los controladores ganan una pasta y lloran en el telediario, los ministros apenas tienen el bachillerato y el alcalde con la excusa del ahorro ha quitado las luces de Navidad.   A mi no me parece mal que los controladores, o los notarios, o los cirujanos plásticos,  o los banqueros de inversión, ganen mucho dinero. A mi lo que me parece mal es que tengan derecho a "ausentarse" porque se pongan malos y no haya otro detrás para sentarse en su sitio. Y me parece mal que puedan ponerse en huelga.  Quiero ver cuántos de estos terminan con despidos disciplinarios y pagan indemnizaciones por daños y perjuicios.

De vuelta a mi casa, después de haber pasado una tarde en Barajas viendo a la tuna, a las de la parroquia que iban a ganar el jubileo, a los que iban a Eurodisney, a los esquiadores, a las amas de casa de excursión a Paris, y a todos los demás,,y reclamar, (cosa que me encanta hacer) a todo el mundo, he tenido que ver en la tele a una llorosa controladora diciendo que la guardia civil le había hecho volver al trabajo a punta de pistola y que tenía ansiedad y no podía "apartar aviones".

Eso de los puestos "guardián" está muy bien. Si lo haces bien, no pasa nada, pero si no lo haces, o lo haces mal, la catástrofe es memorable.
 Me pregunto que opinaría la señora controladora si llevara a su hijo a urgencias con la cabeza abierta o una meningitis feroz y el médico le dijera que no puede "apartar enfermedades". O que el enterrador le dijera que no puede "apartar muertos" y que su citado hijo, muerto por la desidia del médico se quede oliendo en la habitación hasta que alguien lo recoja. Por decir algo.
Y es que al final, lo que pasa es que a todos nos importan tres los demás, y el que venga detrás, que arree.

Recuerdo a una amiga enfermera del Niño Jesús que me contó que una vez una etarra tuvo un permiso carcelario para llevar a su hija muy enferma a un urgencia en el Niño Jesús, no se si era un transplante o que cosa era, pero era de vida o muerte y la etarra llegó suplicando que salvaran a su hija. Mi amiga me contó que la primera voluntad fue darse la vuelta y decirle a la asesina que lamentablemente ese día iba a ver morir a su hija, pero que no lo hizo, porque ella estaba para salvar vidas, no para vengarse, y que era funcionaria pública, y no podía negarse a realizar su trabajo, por mucho que hubiera querido que la que palmara fuera la etarra.

Pero, desgraciadamente, la mayor parte de la gente es como la controladora, y no como mi amiga la enfermera.  Yo, mi, me, conmigo, y los demás, que se pudran.

Además del viaje perdido, del cabreo, la impotencia, el dinero y el tiempo perdido, la sensación última ha sido esa, o a punta de pistola, o a la gente, los demás, le dan por culo.

Pablo de Lora

Me tragué ayer varias de las ponencias de Pablo de Lora, avisada por una amiga profe de la Complu. La Complu hace mucho que dejo de ser la u...