miércoles, 15 de septiembre de 2010

Las secuelas (continuación)

Hay una seguidora nueva que dice que siempre tiene remordimiento.

Digamos que, sin echar de menos el WFA, que si a Ramón, yo no tengo remordimiento ninguno por estar en el trabajo pero tengo nostalgia de estar con el niño.

Tengo un sentimiento de clara presencia del factor tiempo. Nunca en mi vida me había dado cuenta de que el tiempo pasara de esta manera. El tiempo ha pasado, pero yo no estaba pasando con el.

 La ausencia del mundo laboral te convierte en alguien que durante un año no estuvo en ningún sitio, o peor  aún, que viene de un sitio que ya no existe.

En mi pretérita época del Sitio Elegante venía mucho jubilado aburrido a pegar la hebra y traer las fes de vida reglamentarias y siempre había alguien que te decía.

"Uy, ese, ese mandaba muchísimo, fue Director General cuando se vendió el Banco Ibérico", o "Mengano venía del Banco Coca"...

Como venir del mas allá o explicarle a un niño que hubo griegos en Esmirna y cristianos en el norte de África.
Pues yo tengo esa sensación, la de haberme quedado parada en el tiempo mientras todo lo demás avanzaba. El tiempo infantil corre, a pesar de parece lo contrario, mas lento que el tiempo adulto. El tiempo infantil es monótono y repetitivo.

Voy a tener que releer un libro que se llama "Sueños de Einstein" a ver si encuentro un ejemplo para esto.

Y el tiempo monótono y repetitivo produce individuos lentos. Yo estoy lenta.  Y tengo miedo de que los demás se den cuenta.

Pablo de Lora

Me tragué ayer varias de las ponencias de Pablo de Lora, avisada por una amiga profe de la Complu. La Complu hace mucho que dejo de ser la u...