sábado, 10 de abril de 2010

El Retiro (dedicado a Antiguo Novio)

Ya saben que no vale contar el número de novios, pero Antiguo Novio era (es) una persona bien interesante cuyo rasgo más característico es haber estado en el Retiro a todas las horas del día en todas las estaciones del año. Y no es un guarda, no se confundan.

En épocas pretéritas yo frecuentaba el Retiro para corretear tres veces a la semana, bien temprano, y me iba con la sensación de ser LA MEJOR.  El ejercicio físico sudorosil produce ese efecto.

Ahora, como ya no me da la vida para corretear, voy de vez en cuando para ver la (s) fauna (s) y flora, y desde luego a la Feria del Libro, y para cambiarle la visión al Pequeño Ramón, que cualquier día se va a querer hacer alabardero, de tanto cambio de guardia que se traga. A mi el Retiro me parece precioso.

Dice Al Bahri que las ciudades grandes le parecen invivibles, y que terminará sus días en un pueblo junto al mar.  No tengo ni idea de donde terminaré mis días, pero me parece mas factible pueblo que capital de provincia, que me repele, y desde luego, no descarto en absoluto quedarme aquí.
Me parece curioso, porque Antiguo  Novio decía lo mismo, y hasta donde yo sé debe andar en una capital abarrotada y populosa, y encima, sin el Retiro.

Por cierto, lo del día 31 es naturalmente negociable. Somos flexibles. Pero creo recordar que C.W tiene una boda, porque C.W que es mas cursi que el día de la madre adora ir de boda, aunque sea la segunda boda del hijo de su asistenta.  Cuando vuelva de NY, con la visa reventada de los outlets de Etro, le preguntaremos... por mi parte no hay inconveniente.

WFA, lar fundacional, y la duda del colegio

Tikitina ha observado comportamientos de madres interrogantes sobre coles y edad, y claro, me ha dado en el rodal del gusto.
El pequeño Ramón se va a quedar sin plaza en la guardería porque yo tenía pensado pagar una privada que mire usted por donde ahora no voy a poder pagar, y si la contraparte no se mueve, y yo no soy el office manager, nos quedaremos compuestos y sin plaza en una de esas públicas...
Así que retrasaremos la escolarización, salvo que encuentre un trabajo que me permita pagar el privado, y aún así, de repente me han entrado un mar de dudas.

No tengo ni idea de si el Pequeño Ramón será de ciencias o de letras, si sabrá sumar sin problemas o encontrará los objetos indirectos sin problemas.  O tendrá problemas para ambas cosas...
Le miro, pero no deduzco nada. No me sale la introspección adivinatoria.  Que su abuela diga que es muy listo no es un dato objetivo, y no tenemos eso de "hechos del pasado predicen hechos del futuro".
A mi lo que me molaría es un cole donde estudiara latín grieto y matemáticas y física hasta el final, y luego, si no es universitario, que no sea un zote ignorante. Y ese cole no existe.... ese modelo de educación no existe. Hay que elegir, por narices, y yo no quisiera que eligiese. A pesar de ser tonta para el polinomio, servidora hizo ciencias hasta COU (pásmense) y echo de menos no haber estudiado griego clásico (dos años de moderno no sirven para nada).
Así que entre que nos vamos a quedar sin plaza por güevones y que no existe el cole ideal, el Pequeño Ramón seguirá siendo un analfabeto durante al menos, un par de años... Como para decírselo a las mamás de Lucía y Alejandro en el WFA....

No estoy viendo el fútbol

No soy anti fútbol, aunque la marmota ha sido reprendida severamente con el siguiente argumento:

"se puede ser del Alcorcón, se puede ser del Getafe, se puede ser del Rayo, se puede ser del Atleti, y por supuesto, se puede ser del Madrid, pero no me diga usted que es del Barça, si es de la mitad de los Andes y vive aquí".

A mi es que el fútbol me parece demasiado largo, osea, los partidos, pero no tengo nada en contra ni a favor, me da un poco igual.

Hoy han pasado varias cosas, una, que una amiga del alma que murió hace cuatro años, hubiera celebrado su cumpleaños. Felicidades querida, aquí estamos y me da pena que no llegaras a conocer al Pequeño Ramón.

La siguiente cosa es que la primavera ha llegado de forma explosiva y Madrid se ha llenado de dedos de los pies, insolentes y feos.  He ido en metro esta tarde y vuelvo desmoralizada. No sé si me duele mas la descortesía o la fealdad, o las dos juntas.  Ya sé que parece que estoy siempre enfadada, aparentemente por el paro, y, con toda seguridad porque tengo la mala leche de los enanos. Pero es que me pone de muy mal humor ver tanto dedo del pie, o, como dicen en Canarias, tanto "ñoño" (ñoño =dedo del pié).

Y luego, que manía de merendar todo el tiempo. ¿pero no se puede salir de casa comido, hombre? ¿es necesario llevarse el bocadillo al fútbol? ¿tanta hambre se pasa en dos horas?
En fin, que además estoy pensando que futuro le damos a este blog caso de que encuentre trabajo de algo.. y no sé si tendrá sentido continuar.

Bajo con Jardín, y donde no me encontrarán

Pasé mi infancia viendo un río y chopos que pasaban del verde al amarillo a las ramas vacías desde la cocina de mi casa (y desde el comedor, el cuarto de baño,  el baño de servicio, la habitación de la tata y el pasillo) y un cerro con un convento desde el cuarto de juegos, el despacho, el cuarto del piano, el dormitorio de los niños, el cuarto de mis padres y el pasillo)

Ojo, en las casas no hay salón, hay sala.

Pasé mi infancia viendo nevar de octubre a mayo y saliendo al pinar los domingos que mis padres no huían de semejante entorno. (Si no eres Antonio y no eres Leonor, has tenido que mamar eso para que te guste), mis padres huían y nos arrastraban. Que se lo digan al Pequeño Ramón, cuando eres pequeño vas con tus padres, que le vamos a hacer.

Cierta parte de mi adolescencia pasó por casa con jardín, piscina, tenis, etc...Todo para aislarse del exilio saudoso. Un asco.

Mis pobres padres vivían en el exilio profesional que permitía a las provincias antes de las horribles autonomías que profesionales de otras provincias aterrizaran en cualquier sitio y trajeran aire de fuera allá donde aparecían. Mis padres, en concreto, venían de sitios con mar tan distantes como dispares y aparecieron en Castilla.

No todo fue malo.

Pude ir a una escuela pública, volver a comer a casa, bañarme en el río, jugar en la calle y pagar a cuenta en la librería. Hice (y mantengo)  amigos que hoy son médicos de prestigio o ferreteros. Todos sacan a la Virgen en procesión con tanta devoción como estupefacción por mi parte. Aprendí que la caza y la pesca forman parte de las estaciones, no dependen de ninguna otra cosa.

Aprendí a esquiar  con seis años en un cortafuegos y mis padres desarrollaron una visión universal del mundo que nunca hubieran adquirido si se hubieran quedado en sus ciudades con mar. A veces, el exilio es productivo. Hoy esquía todo el mundo y mis esquís con fijaciones son vintage. Dios Santo, y yo aprendí tarde...


 Aprendí (que pasado de moda) que una es española porque ha nacido en Castilla, su padre es del sur
, su madre  del norte y  su abuelo un  belga que vino como ingeniero a hacer unas minas en Andalucía.  Osea, porque se  es todo a la vez, y nada en particular.  El pueblo debe superarse. Hay que aspirar a a salir  y conocer mas cosas, sin renunciar a disfrutar del origen, pero por supuesto, con la mirada fuera.
El pueblo está bien para algunas cosas, pero es, esencialmente, una paletada.  Y que si puedes salir de aquí, puedes llegar a cualquier sitio. Lo cual no quiere decir que no puedas volver cuando quieras y ser  la mas de pueblo del mundo. Cambiar de registro, se llama..

Así que aterricé en Madrid, después de  salir de mi provincia y pasar por diversos otros sitios y decidí, que para mi y en adelante:

1) Estaba bien vivir en un pueblo, así que me quedaba en el centro de Madrid que es un pueblo con todas las de la ley.

2) Si tenía que tener campo, mejor me volvía a mi ciudad de dos letras en la matrícula, que me conozco a los bichos. Yo no salí del pueblo para volver al pueblo, léase aledaños urbanización de Madrid.

3) Me niego a vivir aislada, mejor me expones a la zanja y el asfalto,  y ya veré como salgo del asunto.

4) Ni piscina, ni jardín,  ni leches. Esto es una manía personal, pero yo no quiero  tener piscina (que he tenido)  ni mucho menos jardín, si para tenerla tengo que vivir en un chalé o en una casa moderna sin balcones  y sin peldaños que crujan, o una urbanización cerrada protegida y homogénea.
 Mejor me voy al hotel Emperador, o me aguanto, o me voy a la Provincia y me baño en el río y en lugar de jardín tengo zopetero.

 Las corralas modernas, donde todo el mundo es igual, jóvenes matrimonios con niños, sin viejos, sin solos, sin diferncias me espantan. En mi casa todo el mundo es distinto y somos variopintos sin ser frikis. (bueno, tal vez somos un poco frikis)

 Y las reuniones de vecinos son deliciosas (otra entrada que les debo)

Y si el pequeño Ramón se tiene que asar en verano, yo me helé en invierno,  y no me ha pasado nada.

Así que no se preocupen, nunca seré la vecina de mucha gente, y cuando me ase de calor y la Plaza de Oriente esté insoportable, saldré corriendo al agua helada del río que yo veía desde la cocina, ( y desde el comedor, el cuarto de baño, el baño de servicio, la habitación de la tata y el pasillo), o me aguantaré y me  sentaré en las tapias del Palacio a tomarme una horchata.

Y como ahora no haya un solo comentario, me voy a plantear lo que ha dicho el anónimo anterior, que mi reinvención no va por aquí...

Pecados Capitales

Es curioso ver, en algunos anónimos de este blog, una cierta alegría por la desgracia ajena.

Se supone que eso lo puedo sentir yo, que soy la políticamente incorrecta mala-malosa que pone en evidencia las realidades feas de determinadas personas. Y no voy a hacerme la buena, porque tengo vengancitas preparadas para el puente del Pilar.  La Economista es amigable, simpática, amiga de sus amigas, donante de todo lo posible, pero no es buena. Lo siento por mi madre, pero a esta edad una se conoce. Buena no soy. No me sale ser mala del todo por culpa de la buena educación, pero no soy buena.

Tenemos un conflicto ético digno de mis casos prácticos de 5º de carrera. (Les debo una entrada)

Ustedes saben que tenemos un perfil facebook con algunos seguidores, menos que en el blog. En Facebook  se puede saber un poco mas de nosotros que aquí, y aparecen allí, perfiles diametralmente opuestos a nuestro perfil, las de la lactancia, las de la media jornada pero quiero entera la pensión, las de la cuota... en fin.. que no entiendo cómo se han apuntado a La Economista.

Debo recconocer que no entiendo bien aún como una hace entradas dedicadas a la culpa y no hay ni un comentario ¿Al Bahri, usted que parecía tan elevado, no tiene nada que decir?

Total, que a día de hoy, lo que tengo es envidia. No de los trabajos de los demás, que ya se me ha pasado, sino de que C.W. está en Nueva York, y si hay algo que echo de menos del periodo prepobreza es la Iberia Plus Oro llena de puntos y la habitación en el Albergo de Achrafieh.  Ya ven.

Pablo de Lora

Me tragué ayer varias de las ponencias de Pablo de Lora, avisada por una amiga profe de la Complu. La Complu hace mucho que dejo de ser la u...