jueves, 30 de septiembre de 2010

La parte tonta del Blog

Siempre me asombra lo lista que es Economista. Mira que hablo con ella todos los días, pero cuando “la veo escrita” no acierto a entender (frase que sería propia de, por ejemplo, Letizia) por qué se dedica a las Recursos Humanos y no a escribir un libro, por ejemplo.
Yo sin embargo no soy graciosa ni escribo tan bien. A cambio, tengo una mala leche inmensa que me provoca mi actual medio de subsistencia lo que por un lado me da mucha energía para escribir y por otro lado, a veces me da demasiada y ni siquiera me puedo sentar porque lo que me gustaría es dar puñetazos a las paredes.

Me dice economista que tengo poca paciencia, o que se me acaba a los 3 años en cualquier trabajo. No es eso … tengo una paciencia infinita, porque desde el primer día le estaría diciendo a unas cuantas Cotorras, que la compra se hace a partir de las 7 de la tarde, y que los cumpleaños se organizan desde casa, con Yoigo o Jazztel pero no con el teléfono de la oficina. Los cumpleaños de los niños me refiero, porque ellas no tienen amigas con quien celebrar. Son de las que si se divorcian no vuelven a salir de casa porque no tiene con quién.

En fin, que como yo soy la parte tonta del Blog voy a dejar unas cuantas ideas tontas escritas:

- Después del verano y más que nunca sigo sin soportar a Letizia. A la mariposa le he cogido una tirria terrible, que se despierte a las 6 de la mañana para hacerse los rulos para llevar a las niñas al cole me parece demencial y que vaya palabra de honor rojo a una boda real, de cateta. Por no decir que el bolso le hacía juego y todo era como de los chinos.
- Estoy con Espartaco. La otra es una tonta del bote que se merece los cuernos por tener siempre cara de pena, y por sólo tener por amiga a su hija. Se ha echado una novia fea, pero salerosa. Como Kiril. Todavía quedan hombres inteligentes
- Fiona Ferrer sigue diciendo las mismas tonterías que siempre, porque la que es tonta no puede cambiar. Lo siento Economista, no creo que la gente cambie. Ella ya llevaba la raya al medio a los 2 años, su madre le dijo que menos era más, y lo aplicó a la forma de vestir y a los estudios.

Economista, me alegro que hayas vuelto. Por favor, escribe, vende el blog y dame el 20% para salir de esta vida absurda y dejar de ver y oir a las Cotorras. Menos mal que tengo YouTube, y me pongo a Serrat a todo volumen: “Caminante no hay camino… se hace camino al andar…”

C.W. Carrington

martes, 28 de septiembre de 2010

Huelga General

Digamos que, además de no tener acceso al blog en la nueva oficina, ando con cuidado.
 Tengo psicosis de ser despedida de nuevo y no comento en el Confidencial , porque ¿y si rastrean las páginas que visito? ¿eh?. Pero si, si que dejo comentarios, en el Confi y por supuesto a Tamara 3.0 que ahora se ha metido a crítica literaria, la ignorante de ella. Dios mío, lo que es no tener temor de Dios.
Pero, efectivamente, tengo menos tiempo y eso lo sufre el blog.  Pero no volví para abandonar,  aunque reconozco que tengo muchas mas ideas cuando estoy envenenada que feliz. La felicidad no es muy creativa, que digamos, y si es creativa te sale una cursilada tremebunda.
Pero mañana voy a poder estar de mala leche y eso se merecía una entrada. Mañana es la huelga general y aquí estamos sin saber si la gente podrá llegar a sus trabajos, toda vez que empleados y trabajos tienen la tonta manía de no ubicarse cerca.
Hemos tenido que ver a los de la zeja diciendo que harán huelga, (como si lo suyo fuera trabajo) y a los liberados diciendo que van a reventar Madrid. Y les juro que con lo que me ha costado encontrar trabajo, como me encuentre a un sindicalista mañana, le llevo a trabajar.

martes, 21 de septiembre de 2010

Teoría del Cambio. Me volví zen

¿es posible que los individuos cambien?
He llegado a la conclusión de que sólo cambian si cambian sus circunstancias. Y aún así, tampoco estoy demasiado segura.  Pero si algo, además de la voluntad, puede cambiar a las personas, es que las circunstancias cambien.
Yo por ejemplo he sido hasta la fecha beligerante y defensora del sentido común. Por ejemplo

  • No se pueden hacer situaciones a la carta
  • La legislación laboral está para cumplirla
  • No se contrata embarazadas para exponerlas a radioactividad
  • No se paga formación a la que no se asiste.
  • Etc
Así que en mi pasado pre-Arenero me peleaba con todo el que hiciera falta porque a la gente, si la dejas, contrataría niños para trabajos esclavos y pasaría los gastos de la residencia de sus abuelos. La gente es así, generalmente jeta.

Naturalmente que mi beligerancia no se puede comparar a la de C.W, de la que ya sabemos que cada vez que puede se pelea con todo su departamento a los que acusa de falta de inteligencia. (eso es fácil, ella tiene un cociente intelectual claramente superior a la media), pero a mi no me la colaban así como así, y si tenía que claudicar, lo dejaba escrito:

"Este contrato lo firmo porque me lo manda mi jefe a pesar de que no estoy de acuerdo en que contratemos a esta enchufada y que mañana mi jefe no estará y yo tendré que dar la cara con los nuevos accionistas".  Tal cual.  Se lo prometo.

Pero ahora he cambiado, por un lado, ya no soy jefe, sino indio, y no tengo capacidad para mandar a la gente a tomar viento,  y por otro, he decidido que si a los demás les parece razonable algo, no seré yo, último mono de la barraca la que diga algo.

Luego veremos como llevo la traición a mi misma...

viernes, 17 de septiembre de 2010

Seguidores

La verdad es que me hace ilusión s

Menos recursos, los mismos humanos

Toda vez que el Recurso Humano ha vivido tanto tiempo sin mi, cabía la posibilidad que la cosa hubiera cambiado en mi ausencia. Pero no.
No hay un duro, pero la organización sigue intacta. Ingrata y desobediente, como siempre.

El Sitio Elegante no tenía mucho dinero que digamos, era como esas señoras mayores que tienen un Chanel de toda la vida y unos joyones impresionantes, pero naturalmente hace mas de 20 años que cenan un yogur y pasan frío en su casa, y cuando se quedan viudas admiten estudiantes en sus casas. Elegantes, pero pobres.
Aún así, yo tenía un cierto presupuestillo, dedicado a lo clásico, formación, proveedores varios,  e incluso flores para operados, coronas para difuntos, telegramas y canastillas de recién paridas.
No es que fuera mucho, pero algo se podía hacer, y aunque nunca me lo aumentaron, nunca me lo quitaron.
Pero he llegado en el momento de "presupuesto cero", es decir, no hay dinero para cosas necesarias, menos aún para tontadas.  No puedo gastar nada, lo que haga, tengo que ingeniármelas para hacerlo gratis.  Me parece bien, y era lo lógico.
Pues oye, debe ser que soy la única que lo entiende. Yo no sé por qué la gente no ve que el asunto gasto está relacionado con el ingreso, y que el que no gana, gasta.  Economía doméstica de primero de Marmota. Pero si está nítido ¿no lo ven ustedes?
Pues no.

Y he encontrado la explicación:

Ya les dije una vez que los parados se vuelven invisibles, y como desaparecen,  sus problemas y sus desgracias son ajenas.  Nos pasa lo mismo con los enfermos. Están los hospitales llenos y vivimos al margen de lo que allí pase.  Es así,  lo que no me pasa a mi no existe.

Así que he vuelto a encontrarme con los eternos pedigüeños de cursos que no sólo no necesitan, sino a los que no van a asistir y que curiosamente organiza alguien a quienes ellos conocen. Y los mismos petardos que sólo pueden trabajar con secretaria para ellos solos, y no están dispuestos a amortizar vacantes. Y ya me han vuelto a contar lo del efecto sumidero y lo fatal que es el control del gasto.


Esperaba encontrarme al respetable mas consciente de que fuera hace mucho frío y que no se puede andar desperdiciando ni lo propio ni lo ajeno.

Y que desde luego, la pólvora del rey se ha terminado. Y que para poder gastar pólvora, hay que haber ganado dinero para comprarla.

Y no,  aquí  no ha cambiado nadie ni poquito.  Aquí estamos como siempre, mientras no vaya conmigo, yo me sigo gastando lo de los demás, y los de RRHH son unos cabrones que no pagan las clases de francés, que en una empresa italiana ya sabemos que es absolutamente necesario. Lástima que todavía no pueda decirle a alguno lo que de verdad me pide el cuerpo.

Lo dicho, menos recursos, los mismos humanos.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Las secuelas (continuación)

Hay una seguidora nueva que dice que siempre tiene remordimiento.

Digamos que, sin echar de menos el WFA, que si a Ramón, yo no tengo remordimiento ninguno por estar en el trabajo pero tengo nostalgia de estar con el niño.

Tengo un sentimiento de clara presencia del factor tiempo. Nunca en mi vida me había dado cuenta de que el tiempo pasara de esta manera. El tiempo ha pasado, pero yo no estaba pasando con el.

 La ausencia del mundo laboral te convierte en alguien que durante un año no estuvo en ningún sitio, o peor  aún, que viene de un sitio que ya no existe.

En mi pretérita época del Sitio Elegante venía mucho jubilado aburrido a pegar la hebra y traer las fes de vida reglamentarias y siempre había alguien que te decía.

"Uy, ese, ese mandaba muchísimo, fue Director General cuando se vendió el Banco Ibérico", o "Mengano venía del Banco Coca"...

Como venir del mas allá o explicarle a un niño que hubo griegos en Esmirna y cristianos en el norte de África.
Pues yo tengo esa sensación, la de haberme quedado parada en el tiempo mientras todo lo demás avanzaba. El tiempo infantil corre, a pesar de parece lo contrario, mas lento que el tiempo adulto. El tiempo infantil es monótono y repetitivo.

Voy a tener que releer un libro que se llama "Sueños de Einstein" a ver si encuentro un ejemplo para esto.

Y el tiempo monótono y repetitivo produce individuos lentos. Yo estoy lenta.  Y tengo miedo de que los demás se den cuenta.

martes, 14 de septiembre de 2010

El regreso, o que pasó en mi ausencia

Dudé en volver.
Entre que Telefónica me dejó tirada todo el verano y no me conecté ni un solo día,  y que sólo al final del verano me enteré de primera mano que era exactamente Paloma Segrelles madre en el Club Siglo XXI (la secretaria) y qué se había opinado en la Armada el día que su marido se disfrazó de marino sin serlo, no tenía mucho que contar.

Pero he vuelto. No sé si ya tiene mucho sentido, pero aquí estoy.

C.W. no se ha marchado todavía, pero cualquier día se va y Ramón está 100% escolarizado ya. Yo he vuelto a trabajar y todavía me estoy aclimatando.

El mundo laboral y el mundo del parado son como universos paralelos con agujeros de gusano que los conectan. Se cuela uno por uno y aparece en el otro, o al revés, pero en la práctica viven separados, los ausentes y los presentes. El mundo del trabajo, que no me quiso durante un año, encuentra la mar de normal que esté de nuevo allí.  Me pregunto por qué tardó tanto tiempo en darse cuenta.

Los efectos del paro no se  pasan así como así, no ha estado una enferma un año y de repente se recupere así, sin convalecencia.  Las secuelas, que nunca pensé eran tan reales, están ahí, y tengo que recuperarme.

Tamara 3.0, que, por cierto, ha desaparecido del mapa, nunca habló de este asunto, entre otras cosas porque no se le ha ocurrido. No sé como no ha dedicado una entrada en su blog de pelo rizado que se llame  "sobrevivir a las secuelas del paro y la desintoxicación alcoholica", así que como a nuestra gurú no se le ha ocurrido, pues se me ocurre a mi.


Secuelas Físicas y Psíquicas:

  •  Los pies no caben en los zapatos, es decir, después de llevar un año enfundada en zapatillas arenerofriendly   o zapatos aptos para polígonos no elegantes ,los pies han crecido. Y debe ser que como yo soy de la generación que no se puso tacones a los quince realmente nunca ha sabido llevarlos.  Se me olvidó andar con tacones.
  • Sopor a las cuatro. De repente,  a la hora de la siesta de Ramón (y mía) hay que trabajar. Sueño. 
  • Distinta percepción del tiempo.  Esta se merece una entrada por si misma. Los días tienen una duración extraña. Duran mas, pero menos. 
  • Dolor de corazón.  Echo mucho de menos a Ramón. El no parece echarme de menos, pero tanto rato juntos nos ha unido mucho. Ayyy
  • Miedo.   Como el libro amarillo de "No miedo", pues " Si miedo", miedo, fundamentalmente a cagarla y perder el puesto de trabajo. 
  • Valoración del trabajo.  Factor higiénico donde los haya.  La ilusión que me hizo ver una dirección corporativa de correo electrónico fue equiparable a la de un día de Reyes en la infancia.
  • Deshabituación de redes sociales, blogs y correos personales.  Vuelvo a estar on line, pero no puedo compartir on line. El tiempo, esta vez es paralelo, como los universos anteriormente mencionados.  No puedo actualizar a La Economista mas que de noche.  

Esto, por ahora, el regreso, poco a poco. Si todavía intereso, claro.


Pablo de Lora

Me tragué ayer varias de las ponencias de Pablo de Lora, avisada por una amiga profe de la Complu. La Complu hace mucho que dejo de ser la u...