Hace mucho que no doy la lata con este asunto, pero hay mas seguidores en facebook que aqui. Tuvimos 46 pero uno se fue enfadado.
Estaría bien llegar a cien.
jueves, 10 de junio de 2010
Tristeza del bien ajeno y alegría del mal ajeno
En el Confidencial de hoy, que últimamente parece que se inspira en La Economista, venía un artículo sobre la sobrecualificación, etc, etc..
De los múltiples comentarios dos me han llegado al alma. El que se alegraba de que la gente cualificada se quedara en paro. Ni que fuera la única, hay cuatro millones y medios de loslunesalsol y debe haber de todo, cualificado, sin cualificar y mediopensionista. Incluidas mi Marmota y yo misma.
Hay que ser melón.
Te puede dar envidia (tristeza del bien ajeno) que le toque la lotería a alguien, porque es remotamente imposible que te toque a ti. En una entrada del día 22 de diciembre, C.W. lo resumía de la siguiente manera "por favor, Dios mío, que no le toque a nadie conocido", pero quedarse sin trabajo le puede pasar a cualquiera. Hasta a los funcionarios llegado el caso. También Cuba fue España y ya no es, yo tuve matrícula gratuita y ya no la tengo, y el colectivo A del Convenio de Banca no tenía un Complemento Absorbible y Compensable... la vida es así, hoy lo tienes y mañana no lo tienes.
Puedes tener envidia de Letizia si siempre quisiste casarte con Flip, porque probablemente incluso aunque se divorciara o enviudara no volvería a contraer matrimonio con otra cenicienta. Pero no puedes alegrarte de que su hermana se suicide porque te puede pasar a ti.
Partiendo de la base de que la envidia no es buena porque el que lo pasa mal es el que la practica, no el envidiado, la alegría del mal ajeno es de gilipollas. Como si aquí nadie estuviera libre de nada. Bienaventurados los vikingos que se quitan los cuernos para dormir y este cura no es mi padre. Que todas los enfermos de cáncer que yo conozco no bebían, no fumaban y llevaban una vida mas que saludable. Y mira, les tocó, y al que no le toca eso, le toca mierda. Que lo del valle de lágrimas iba de eso, y además, termina siempre con la muerte. Podría entender que le alegrase que pasase algo antes, pero no que pase...
Decía el que se alegraba que es que esto era la oferta y la demanda. Pues será eso. Está claro que lo que en España se demanda es a Belén Esteban, que gana una pasta y a Letizia, y a Lomana y a Jorge Javier Vázquez. Si yo ya no digo nada.
Que no nos demandan, pues nada, no nos demandan, que le vamos a hacer, a casa a rellenar berenjenas y al parque a jugar a cubo pala, y a aprender a subir dobladillos, que remedio.
El otro comentario era de un desertor del arado que comparaba la Filosofía con el turismo y les llamaba Soft Degrees.. y consideraba universitaria la informática.
Pero mejor de esto hago otra entrada
De los múltiples comentarios dos me han llegado al alma. El que se alegraba de que la gente cualificada se quedara en paro. Ni que fuera la única, hay cuatro millones y medios de loslunesalsol y debe haber de todo, cualificado, sin cualificar y mediopensionista. Incluidas mi Marmota y yo misma.
Hay que ser melón.
Te puede dar envidia (tristeza del bien ajeno) que le toque la lotería a alguien, porque es remotamente imposible que te toque a ti. En una entrada del día 22 de diciembre, C.W. lo resumía de la siguiente manera "por favor, Dios mío, que no le toque a nadie conocido", pero quedarse sin trabajo le puede pasar a cualquiera. Hasta a los funcionarios llegado el caso. También Cuba fue España y ya no es, yo tuve matrícula gratuita y ya no la tengo, y el colectivo A del Convenio de Banca no tenía un Complemento Absorbible y Compensable... la vida es así, hoy lo tienes y mañana no lo tienes.
Puedes tener envidia de Letizia si siempre quisiste casarte con Flip, porque probablemente incluso aunque se divorciara o enviudara no volvería a contraer matrimonio con otra cenicienta. Pero no puedes alegrarte de que su hermana se suicide porque te puede pasar a ti.
Partiendo de la base de que la envidia no es buena porque el que lo pasa mal es el que la practica, no el envidiado, la alegría del mal ajeno es de gilipollas. Como si aquí nadie estuviera libre de nada. Bienaventurados los vikingos que se quitan los cuernos para dormir y este cura no es mi padre. Que todas los enfermos de cáncer que yo conozco no bebían, no fumaban y llevaban una vida mas que saludable. Y mira, les tocó, y al que no le toca eso, le toca mierda. Que lo del valle de lágrimas iba de eso, y además, termina siempre con la muerte. Podría entender que le alegrase que pasase algo antes, pero no que pase...
Decía el que se alegraba que es que esto era la oferta y la demanda. Pues será eso. Está claro que lo que en España se demanda es a Belén Esteban, que gana una pasta y a Letizia, y a Lomana y a Jorge Javier Vázquez. Si yo ya no digo nada.
Que no nos demandan, pues nada, no nos demandan, que le vamos a hacer, a casa a rellenar berenjenas y al parque a jugar a cubo pala, y a aprender a subir dobladillos, que remedio.
El otro comentario era de un desertor del arado que comparaba la Filosofía con el turismo y les llamaba Soft Degrees.. y consideraba universitaria la informática.
Pero mejor de esto hago otra entrada