miércoles, 7 de abril de 2010

Entrevista de mañana

Tengo una entrevista mañana. Me he pasado mas de 15 años haciendo entrevistas yo, y sin embargo tengo la sensación de que no me sale bien ser candidata. Además, los últimos procesos corroboran la sensación.
Sé que la persona que me va a entrevistar ya ha avisado que el cv le parece demasiado, y mira que no le he dicho lo del IESE.... ni se lo voy a decir salvo que me haga una oferta y tenga que pedirle el famoso 30% que me falta..
No consigo explicarme porqué pudiendo contratar a una persona que no va a negociar el salario y le va a dar mejor resultado que una mas junior, van a preferir a alguien con menos experiencia. Sinceramente, no sé para que vale la formación ni la experiencia. Sobre todo porque todavía no soy tan vieja, y tampoco he sido CEO de ninguna compañía. Y porque no tengo intención de entrar en un sitio para saltar a otro al minuto siguiente.  No soy tan tonta como para dar pasos en falso en mi maltrecha carrera.
No sé muy bien que actitud tengo que adoptar para conseguir eliminar el prejuicio. La verdad es que no sé cómo tengo que enfocar la entrevista.
Y el sitio me apetece, lo conozco, sé que hacen, sé en que consiste el trabajo y sería productiva desde el minuto cero. Pero no quiero ilusionarme, porque me me llevo unos chascos inconsolables, y no quiero desmoralizarme, porque desmoralizada no produzco entradas, y me debo a mi público....ya les contaré que tal ha ido. Pongan velas, sean solidarios.

WFA

Me deprime el arenero. Ya no son las madres, ni las abuelas, ni las marmotas. Es que me da una pena horrorosa de los niños, naturaleza humana en estado puro, sin socializar, egoísmo en esencia,  dispuestos a pegarse por un cubo, a empujarse para subir primero al tobogán, tímidos ante los mayores, matones con los pequeños. Miedosos y temerarios a la vez.
En el arenero de la plaza de Oriente hay una señora, no sé si madre, abuela, o qué, que se dedica a inventar juegos para que participen, para que jueguen al corro, para que canten. Eso me deprime menos, pero verlos ahí, los pobres, tan a lo suyo, todos corriendo detrás de la misma pelota, (no conocemos el concepto "trabajo en equipo", somos pequeños), o cómo cuatro juegan y deciden que no juegan con otro por que es pequeño... todo eso me deprime una barbaridad.
Y  luego la competencia pura por cualquier tontuna, el líder malo que dirige al resto y los envía a hacer cualquier maldad para salir luego de rositas, la famosa canción "hay que compartir", las ganas de de decirle algo a la madre de enfrente, cualquier improperio, claro, que va a ser... Los areneros se parecen a las empresas en periodo de fusión.... sacan lo mas humano y mas asqueroso de las personas.
En fin, que no sé de donde se han sacado eso de que la infancia es una época feliz. La infancia es la patria de la prohibición y la obligación. Yo no la recuerdo como especialmente feliz, y había días en los que no hubiera ido al colegio encantada, con tal de no encontrarme a alguna imbécil que ese día no me "ajuntaba", así sin mas... desde luego, mucho mas feliz en cuarto de carrera, con tiempo para hacer todo lo que me gustaba y relativa pasta para cubrir mis caprichos, pocas obligaciones y mucha vida por delante....
De verdad, que porque los niños tienen que hacer la fotosíntesis, pero yo vuelvo revuelta todos los días y estoy deseando el día que el niño me diga que le aburre el parque..

Pablo de Lora

Me tragué ayer varias de las ponencias de Pablo de Lora, avisada por una amiga profe de la Complu. La Complu hace mucho que dejo de ser la u...