lunes, 14 de junio de 2010

Despedirse a la francesa

No sé porqué se decía despedirse a la francesa el largarse sin despedirse.  Esta mañana he decidido que me marchaba. Lo dije un rato y luego cerré el blog.
C.W. se ha puesto como una hiena a pesar de que no escribe hace un siglo. El blog languidece, yo languidezco.
Pero está feo largarse sin decir adiós. Tanto invitar al Alsa, tanto animar a los seguidores y ahora me voy sin decir por ahí te pudras.
No sé. Yo que sé. Debe ser que efectivamente he sido derrotada.

Despedida

Hay que saber retirarse.  No tiene sentido morirse por goteo, es mejor cerrar del todo y volver, si es necesario, con otra personalidad en otro sitio.
Pensaba dejarlo el día que encontrara un trabajo, pero como semejante cosa no parece que vaya a suceder es mejor dejarlo ahora. C.W. se empeña en que no lo haga, pero ella también languidece. Total, que me voy, sin haber llenado el Alsa y sin haber hecho cocido.
No sé si defiitiva o temporalmente, pero cierro el kiosko, accesos incluidos. Gracias por haberme seguido, criticado, animado, jaleado y acompañado.
Ha sido un placer, pero debo irme.  

Lo que la gente lee

Al final, entre que ha llovido (mucho) y que la molicie me invade hace meses, no he ido a la feria del libro, y había prometido ir al menos tres veces.
Había apuntado algún libro que quería comprar, o al menos tener entre mis manos, pero tendré que dejarlo para alguna visita a Antonio Machado.  Es una pena, pero la inercia es una ley que está por encima de todo, y no merece la pena resistirse.
Tendré que seguir releyendo cualquiera de los que tengo en casa e incluso hurtar alguno de casa de mis padres.
El caso es que seguiré al margen de las novedades editoriales.  No me extraña que las amas de casa se tengan que apuntar a cursos de museos y arte, desde luego, en casa, si supiste algo, se te olvida fijo... Aunque realmente, para leer las porquerías que la mayor parte de la gente lee.... a Ken Follet le han hecho un monumento en Vitoria y nadie ha tosido. Ayer pusieron el Código da Vinci en TVE y todavía estoy fascinada de la sarta de estupideces que se podían llegar a decir... y recuerdo que el libro se vendió como churros. A mi me lo regalaron en un amigo invisible de la oficina y lo cambié por un contorno de ojos.
Dirán ustedes que yo me trago las telenovelas y no estoy en condiciones de criticar, pero yo las telenovelas las veo con un interés filológico (una excusa como otra cualquiera), al igual que veo a Paloma Segrelles y sobre todo, a su hermano, con un interés antropológico. En cualquier caso, y ya se que soy una soberbia, mi nivel intelectual me permite ver las cosas con criterio.  Y a la mayor parte del resto, no.
He pasado el fin de semana viendo el efecto logse/nacionalismo en algunos universitarios vascos. Lo de universitarios es por la franja de edad. Qué lastima... como diría mi padre, es difícil tener un desconocimiento tan absoluto acerca de casi todas las cosas.

En fin. Espero que C.W, a la que supongo regresada ya de su viaje, nos ponga al día.

Pablo de Lora

Me tragué ayer varias de las ponencias de Pablo de Lora, avisada por una amiga profe de la Complu. La Complu hace mucho que dejo de ser la u...