lunes, 28 de febrero de 2011

Literatura infantil

Ando como una posesa en iberlibro.com buscando libros de infancia para regalar a mi ahijada porque a las editoriales no les parece bien reeditar libros y a la gente le parece bien vender sus bibliotecas.

Nunca entenderé ninguna de las dos posturas. La primera, vaya y pase, pero la segunda no me la puedo explicar. Tirar tus libros debería ser delito, porque pecado es seguro.

Yo tengo a buen recaudo mi colección de los Cinco, los Siete, Torres de Malory y Santa Clara, mas todos los primeros de Alfaguara juvenil, (Konrad, el niño que salió de una lata de conserva, por ejemplo) o Cuando Hitler robó el conejo rosa. Y Celia, Antoñita la Fantástica, y un par de colecciones mas.

No se si a Ramón le gustarán esos libros o no, pero lo que está claro es que a mi si me gustan, así que no los regalo ni por falta de espacio ni por falta de nada. Y he ido buscando en iberlibro los tomos que me faltaban de la Antología de Carmen Bravo Villasante que algún desgraciado decidió vender "porque no le cabían" (y que habrán conservado, me pregunto)

Y para mas inri, llega el otro día la mema de mi cuñada y me dice "voy a tirar los libros de los niños, o vienes a por ellos o los tiro" y lo peor de todo es que los niños no le saltaron al cuello, la miraron indiferentes, aborregados, en fin, como si les diera igual que les tiraran los libros.

Siempre he pensado que si fuera rica, pero rica de verdad, abriría una librería infantil.


Pablo de Lora

Me tragué ayer varias de las ponencias de Pablo de Lora, avisada por una amiga profe de la Complu. La Complu hace mucho que dejo de ser la u...