lunes, 28 de marzo de 2011

Los vecinos

Tengo yo una amiga que huye de las relaciones de vecindad. A mi la fiesta en la urba me pudre sobremanera, pero siempre he pensado que un buen vecino es una suerte, y sobre todo, un mal vecino una desgracia.
Así que estoy preocupada por los portugueses. Pobres.
Decían de Barbara de Braganza que era fea, pobre y portuguesa, chúpate esa, y sin embargo a los portugueses que yo conozco les horroriza una botella sobre una mesa y son finos finérrimos. Y, en cualquier caso, como ya saben que yo creo en el refranero español sobre todas las cosas, cuando las barbas de tu vecino veas pelar, etc.
Sobre todo porque aquí ZP no parece que vaya a marcharse por vergüenza torera o con agua caliente,  y todo luce como que nos queda todavía mucha crisis. Y ya saben que lo del paro le puede pasar a cualquiera. Líbrenos Dios.

El moro revuelto

He estado unos días cerrada por exigencias del guión, pero ya he vuelto, toda vez que tengo esta relación de enganche con el blog.... Confío y espero que el que decidió que sabía quien yo era sea majete y se calle.

Sin ánimo de volver a suscitar un debate como el que ya tuvimos sobre las aspiraciones democráticas de los árabes, sigo yo muy pendiente de este asunto, especialmente de Siria, que es un país que a servidora le interesa sobremanera. Ya ven, cada una tiene sus gustos.

No es que yo haya sido novia de El León, que es el nombre del dictador, hijo del dictador, pero tengo que reconocer que me gustaba (físicamente) el padre y me gusta el hijo, que le vamos a hacer, yo tengo gustos particulares, como todos ustedes saben. Me gusta Enrique Múgica, me llevé el disgusto del quinquenio con la segunda boda de Gustavo de Arístegui (y yo que no le perseguí porque estaba casado, será posible), y me gustaba mucho muchísimo el primer ministro de Japón aquel que tenía melenita y aspecto de director de orquesta con su frac impecable.

Es curioso, este León hijo siempre se me ha parecido a mi al Príncipe Felipe, pero en cateto, o mejor dicho, en años 70, en parka coreana y trenka, no sé como explicarles.

 Sin embargo, así como el Heredero a mi no me gusta ni poquito, el León me gusta,  aunque realmente el me gustaba era su padre, y  como le sigo desde hace años, pues estoy harto preocupada pensando en donde terminarán en el exilio... porque la Reina Rana y su consuerte acabarán entre Suiza/Londres/NY y alguna playa para el verano, con Marie Chantal y los griegos  pero los señores León van a tener dificultades con la pasta y pocos amigos que les acojan.

Con eso de que vino el terremoto y el tsunami, nos olvidamos del asunto moro, pero ahí siguen, preparando el final de lo conocido y el inicio de vaya usted a saber que. Me pregunto porqué se han puesto tan belicosos con Gadafi y al Leon lo están dejando tan tranquilo. Y me pregunto también que estarán pensando en los altos del Golán, perdidos por Leon padre.



Pablo de Lora

Me tragué ayer varias de las ponencias de Pablo de Lora, avisada por una amiga profe de la Complu. La Complu hace mucho que dejo de ser la u...