domingo, 19 de junio de 2011

Sobrepeso Moderado

A pesar de que probablemente hace años que no  yo esté tan delgada como ahora, nunca termina una de verse suficientemente bien. Y eso que yo no tengo fuerza de voluntad y no soy capaz de hacer una dieta como Dios manda. A mi me gusta comer, y además me gusta lo salado y lo enjundioso, desde las alubias hasta los callos pasando por el tocino. No se lleva que te guste el cocido, y ninguna mujer es capaz de reconocerlo abiertamente. Yo si. Yo no como ni dulces ni bollos ni mucho menos comida basura (yo creo que no entro a un Macdonalds desde el año 1985,) ni mucho o me forro a refrescos.  Pero entre ensalada y garbanzos, ni lo dudo.

Aún así, yo ya estoy en esa edad en la que hay que elegir que o la cara o el culo, y yo he elegido la cara, porque la cara la enseño a diario y el culo no.

Me acabo de leer un libro llamado "Las dietas y la libertad" de Emilia Landaluce (cómo me gusta esa chica, por cierto) y me estoy tragando un reportaje sobre la obesidad y me pregunto cómo se come (nunca mejor dicho) la discriminación por aspecto y la guerra a los gordos. Que difícil y que cansado debe ser hacer una cosa y la contraria.

Aún así, estoy toda fascinada con el reportaje porque salen los típicos gordos americanos tremendos en terapias de esas de "yo fui gordo" o "yo de pequeño comía todo el helado que quería" y me pregunto si esto también acabará llegando aquí, como las modas de las niñas vestidas de Lolitas, o la tontuna esa de las cuotas...

Pablo de Lora

Me tragué ayer varias de las ponencias de Pablo de Lora, avisada por una amiga profe de la Complu. La Complu hace mucho que dejo de ser la u...