martes, 14 de septiembre de 2010

El regreso, o que pasó en mi ausencia

Dudé en volver.
Entre que Telefónica me dejó tirada todo el verano y no me conecté ni un solo día,  y que sólo al final del verano me enteré de primera mano que era exactamente Paloma Segrelles madre en el Club Siglo XXI (la secretaria) y qué se había opinado en la Armada el día que su marido se disfrazó de marino sin serlo, no tenía mucho que contar.

Pero he vuelto. No sé si ya tiene mucho sentido, pero aquí estoy.

C.W. no se ha marchado todavía, pero cualquier día se va y Ramón está 100% escolarizado ya. Yo he vuelto a trabajar y todavía me estoy aclimatando.

El mundo laboral y el mundo del parado son como universos paralelos con agujeros de gusano que los conectan. Se cuela uno por uno y aparece en el otro, o al revés, pero en la práctica viven separados, los ausentes y los presentes. El mundo del trabajo, que no me quiso durante un año, encuentra la mar de normal que esté de nuevo allí.  Me pregunto por qué tardó tanto tiempo en darse cuenta.

Los efectos del paro no se  pasan así como así, no ha estado una enferma un año y de repente se recupere así, sin convalecencia.  Las secuelas, que nunca pensé eran tan reales, están ahí, y tengo que recuperarme.

Tamara 3.0, que, por cierto, ha desaparecido del mapa, nunca habló de este asunto, entre otras cosas porque no se le ha ocurrido. No sé como no ha dedicado una entrada en su blog de pelo rizado que se llame  "sobrevivir a las secuelas del paro y la desintoxicación alcoholica", así que como a nuestra gurú no se le ha ocurrido, pues se me ocurre a mi.


Secuelas Físicas y Psíquicas:

  •  Los pies no caben en los zapatos, es decir, después de llevar un año enfundada en zapatillas arenerofriendly   o zapatos aptos para polígonos no elegantes ,los pies han crecido. Y debe ser que como yo soy de la generación que no se puso tacones a los quince realmente nunca ha sabido llevarlos.  Se me olvidó andar con tacones.
  • Sopor a las cuatro. De repente,  a la hora de la siesta de Ramón (y mía) hay que trabajar. Sueño. 
  • Distinta percepción del tiempo.  Esta se merece una entrada por si misma. Los días tienen una duración extraña. Duran mas, pero menos. 
  • Dolor de corazón.  Echo mucho de menos a Ramón. El no parece echarme de menos, pero tanto rato juntos nos ha unido mucho. Ayyy
  • Miedo.   Como el libro amarillo de "No miedo", pues " Si miedo", miedo, fundamentalmente a cagarla y perder el puesto de trabajo. 
  • Valoración del trabajo.  Factor higiénico donde los haya.  La ilusión que me hizo ver una dirección corporativa de correo electrónico fue equiparable a la de un día de Reyes en la infancia.
  • Deshabituación de redes sociales, blogs y correos personales.  Vuelvo a estar on line, pero no puedo compartir on line. El tiempo, esta vez es paralelo, como los universos anteriormente mencionados.  No puedo actualizar a La Economista mas que de noche.  

Esto, por ahora, el regreso, poco a poco. Si todavía intereso, claro.


5 comentarios:

Tonto Útil dijo...

Felicidades por la vuelta.
Claro que interesas, Economista. Y además agrada ver que con el ingenio de siempre y menos inquina que en las últimas entradas, la que reconociste y que te hizo replantearte el blog a ti misma. Así eres más fiel a ti, supongo.
Por cierto, muy tierno tu recordatorio a Ramón. Es normal que le eches de menos.
Mucha suerte en tu nueva andadura profesional, espero que le des la vuelta de tuerca que necesita el mundo de los RRHH en Madrid.
Un abrazo.

Tikitina dijo...

Gracias por volver, casi a tiempo para el cumple de Letizia.

Me interesa mucho la comparación del paro con una enfermedad, el miedo y que al final eches de menos a Ramón, casi el WFA.

Si me tengo que convertir en seguidora bloggera nocturna, pues sea... tú te lo mereces y mi cerebro necesita leerte para hacer un pequeño bip en su encefalograma plano.

Gracias!!

MFe dijo...

Soy una rara avis que descubrió tu blog casi al (temporal) cierre de julio y que se lo leyó casi de un tirón perdiendo un montón de horas de (poco)trabajo en julio pero riendo hasta la lágrima.

Me alegro que hayas vuelto.

P.D. Yo soy (por ahora unica) miembro y fundadora del "Club del Remordimiento": dícese de estas madres-trabajadoras que siempre tienen remordimiento porque siempre están donde no deben; Si están con sus hijos en el médico o jugando o ayudandoles con los deberes, porque deberian estar trabajando, que es lo que hace una buena profesional; Y si están trabajando, porque deberían con sus hijos en el médico o jugando o ayudandoles con los deberes, que es lo que hace una buena madre.
Así que siempre con remordimiento y siempre haciéndolo mal.
Al principio es duro ser consciente que perteneces al club, pero cuando te haces al puesto, libera que no veas.

Otro día escribiré lo que opino de la "mamimafia" también llamada "guachimadres" que seguro que son usuarias del WFA. Se caracterizan por llevar de merienda a sus niños el tupper fruta fresca de temporada cortadita y peladita y por mirarte como si le dieras cicuta cuando le das un bollo de mantequilla a tu niño.

Tikitina dijo...

MFe, YO llevo el tupper con fruta fresca de temporada cortadita y peladita...

Pero no miro a nadie de ninguna manera. Otros días llevo el bocata y arreando.

Estoy conforme con el término "mamimafia-guachimadres", pero no me incluyo en ellas.

Personalmente, estoy deseando volver a ser miembro del club del remordimiento, de las supersónicas, de las ochenta brazos y setenta cerebros..

En fin, que el WFA es una oblicación, como dice Economista, para que hagan la fotosíntesis, pero no hablo con nadie, no levanto la cabeza de mi hija, como mucho, le dirijo la palabra a alguna marmota que considero interesante. Pero eso lo veo como un headhunting marmotil, generando una buena base de datos para cuando vuelva a tener necesidad de emplear una. A fin de cuentas, hay mejor sistema que ver cómo desempeñan su trabajo antes de contratarlas?

Saludos

Laeconomistadescubierta dijo...

Yo no llevo fruta jamás, que pereza... llevo como mucho agua. La marmota lleva el yogur. A mi dar de come en el banco se me hace bola, a veces compro Aspitos. Y me tomo el aperitivo (me tomaba ) el aperitivo con Ramón...

Publicar un comentario

Pablo de Lora

Me tragué ayer varias de las ponencias de Pablo de Lora, avisada por una amiga profe de la Complu. La Complu hace mucho que dejo de ser la u...