miércoles, 16 de diciembre de 2009

Cena de Recursos Humanos

En la época previa al W.F.A, servidora se ganaba la vida como Directora de Recursos Humanos, ¿y como tu, con la de contactos que debes tener y tantos idiomas como hablas, estás en paro? se preguntarán algunos.

Eso, y qué será la muerte (antiguo novio dixit) son dos dilemas sin resolver.
El caso es que todas las navidades un director de Recursos Humanos de un grupo editorial organiza una cena para "profesionales de Recursos Humanos", y, aunque estoy en paro, como es majete, y total, cada uno se paga su entrada, pues me siguen invitando.

Así que después de muchos meses sin subirme a unos tacones, sin ponerme un vestidito, sin llevar un bolso que no estuviera lleno de migas de galleta y toallitas de bebé.... dejé a mi rorro acostado y me fuí a la cena, que suponía plagadita de Head Hunters, a ver si se acuerdan de mi y puedo volver a trabajar, que cualquier día me da algo

Resulta que todos hacen un blog, todos están en linkedin, todos te dicen lo de "ya verás como esto es temporal y disfruta del niño"... Como decía Mafalda "no me sale el yoga".

2 comentarios:

Al Bahri dijo...

Pues vaya con los colegas de Residuos Humanos,... como decía mi abuela Clotilde hace más quien quiere que quien puede. En HAGAKURE el Libro del Samurai se dice que si quieres conocer el corazón de una persona, ponte enfermo.
También te digo economistadesc, por lo que te voy conociendo, que si bien lo piensas, si tomas algo de perspectiva y te preguntas ¿qué echo de menos en realidad en el trabajo que no tengo? ¿madrugar, seguir instrucciones de un jefecillo inculto (en el mejor de los casos), imponer mi opinión ante mis colaboradores (servidores más bien), sentir que tengo un sentido en mi vida, aunque sea tan triste como que mi empresa gane dinero, no tener tiempo????. Si te preguntas de verdad, digo, verás que lo único que echas de menos es la pasta y el no tener que gestionar tu tiempo y tu vida porque otros lo hacen. ¿O no? Y si tienes dinero para vivir dignamente, aunque sea sin lujos ni excesos, relájate y descansa en tu ser profundo. Todo lo que vale la pena es gratis, lo demás no es tan importante.

Laeconomistadescubierta dijo...

Si. Echo de menos la pasta, Al Bahri, cuánta razón tienes. Si me toca la lotería se me pasa la tontuna. Y también echo de menos una cosa. Que cuando trabajaba me daba tiempo a todo y ahora no soy capaz de recoger ni la taza del desayuno.

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