Seguidores

Hoy he hablado con dos de nuestros seguidores. Tenemos dos fehacientes, dos sospechados y dos ilusionantemente desconocidos. Nuestro problema es que queremos llegar a la fama desde el anonimato. No sirve decirle (y sobre todo no conviene) a todos los parientes que tenemos un blog y participen, porque corremos el riesgo de convertirnos en la aventura empresarial de la Sartorius, que después de regalar el bolso a sus amigas tuvo que cerrar el chiringo, o el cantante llamado Juan Losada, a cuyos conciertos van las que quieren ser amigas de su suegra.

No, nosotras estamos haciendo una aproximación al mercado que se basa en lanzar anzuelos convenientemente colocados en foros y otros blogs, no en organizar meriendas ni tupper sex y presentar la colección de chales que trajimos de "India". Se trata de que si no lo conseguimos, al menos evitemos esta vergüenza a nuestras familias.

Así que yo participo en "El Confidencial" con un pseudónimo que nadie asumiría que soy yo, porque nadie tiene ni idea de quien es el Padre Vieira, y desde ahí, firmo como laeconomista. Lo mismo en el blog de Fiona (que seguro que conoce la Teoría de la Conducción Excelente) y ahora me voy a dedicar a hacerles preguntas a las ministras con blog, léase a Leire Pajín (que no es ministra, pero da igual) y Bibiana.

Que el comentario interesa y el lector se siente intrigado, pues al blog, que no, pues nada, una da su opinión y se siente participativa, al fin y al cabo resulta que la opinión, que yo estudié que no valía para nada, es ahora capaz hasta de mover los mercados financieros, y lo que a la gente de Michigan le preocupe, resulta que hace bajar la bolsa.

Esto del índice de confianza y lo de Míchigan siempre me ha dejado hablando sola, pero tengo que desarrollarlo mejor y ahora no me da tiempo.

En fin, que tenemos dos, cabemos todos en un taxi. Es la Teoría de los seguidores en los Taxis.