La pobreza nos consume. Necesitamos 20.000 euros en los próximos dos meses y no sabemos de dónde sacarlos.
El único activo del que podemos deshacernos para disponer de liquidez es una plaza de garaje que el contrato de mi hipoteca me obliga a adquirir en el próximo año y que estoy dispuesta a vender por el triple de lo que pague por ella. Dice Economista que esto es Trading de Futuros. Pues eso … nuestras esperanzas puestas en la futura venta especulativa de algo que todavía no poseemos…
Y hablando de esperanza, hoy es "El Sorteo". Ante este magno evento Economista y yo hemos tomado dos actitudes diferentes:
- Ella ha comprado. De nuevo, invirtiendo en esperanza.
- Yo me he abstenido. No por ningún cálculo de probabilidades racional si no simplemente porque no tenía 20 euros. Lo peor es que todos mis compañeros de trabajo han comprado el mismo número. Si no vuelvo a escribir nunca más es que les ha tocado el Gordo. Yo habré muerto …
1 comentario:
Invirtiendo en esperanza suena bien, aunque debería ser malgastando en esperanza. La elegancia de la pobreza es que no se note. Así que he tenido que jugar unos décimos compartidos que me han llegado al alma. Total, para que les toque siempre a unos de Hospitalet de Llobregat o de Vich.
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