Abandonado como está el blog, que mudó de sitio y terminó por ser tambien allí abandonado, podría haber dejado esta entrada sin escribir nunca, pero hoy abro de nuevo este rincón para iniciados para despedirme de mi jefe del Sitio Elegante.
Cuando lo conocí, (creo que esto ya se lo he contado) adiviné un ligerísimo acento que yo de sobra conocía por familiar. Aunque al jefe, a fuerza de vivir en Madrid sólo se le escapaba cuando se ponía nervioso.... y a pesar de que casi nunca se ponía nervioso, si alguien conseguía sacarle de sus casillas esa era yo. Y entonces me sermoneaba con el mismo tono familiar que yo oía en casa.
Hoy en el tanatorio he vuelto a oir ese acento, el que ya no oigo en casa, y no me he molestado en aguantarme las lágrimas.
Por aquel entonces yo era una totalitaria del Recurso Humano, todo o nada.
Según mi jefe, que había empezado su carrera como barandillero (que no banderillero) yo era un "valor fácilmente calentable" y eso era fatal: la precipitación de las decisiones tomadas en caliente, los enemigos declarados, la inflexibilidad, el no saber retirarse a tiempo, los órdagos, los correos incendiarios...
Todo aquello que definía a la Economista de entonces era lo que el quería reconducir. Porque el creyó en mi y me dio la primera gran oportunidad de mi carrera profesional, pero también sabia que en el fondo -y en la forma- yo era inexperta y tenia mucho que aprender.
Aunque tuvimos nuestros desacuerdos durante todos aquellos años, viéndolo con la perspectiva de la madurez profesional, solo puedo agradecerle que no me hubiera despedido por impertinente. Y como el decía "por subirme al palito"
RAL era el hombre más inteligente que he conocido jamás, y tenia justo la inteligencia de la que yo carezco. A partir de ahi, siempre busque personas que tuvieran el mismo tipo de inteligencia que el, para complementar mis carencias. También esto lo aprendí de el.
La verdad sea dicha, todo lo que sé del Recurso Humano, lo aprendí de el. Y no las bobadas del potencial, el talento y el talante, sino la gestión de egos, las conversaciones difíciles, el equilibrio entre los costes y las posibilidades reales, el beneficio y la justicia. En fin, el Recurso Humano antes de los hubs y los bisnespartners
Y eso que el había terminado ahi por casualidades del destino.
Con los años, y después de haber tenido muchos otros jefes, este es el único al que siempre reconoceré como tal.
El resto podrían haber sido compañeros o subordinados colocados en el organigrama por azar o como diria C.W, por suerte o caradura.
Otros directamente nunca debieron haber tenido responsabilidad alguna sobre personas, bien por ser brazos hurtados a la agricultura, bien por haber sido capataces cuya mejor definición es la de déspota con el inferior, servil con el superior.
Lo que se dice aprender y respetar, pensar todavía en alguien a diario ¿como lo haría el, que diría en este caso, ? o mejor aún repetirme a misma "No te subas al palito", es la contribución perpetua de R.AL a la Economista en su faceta laboral, que entonces para mi era lo único importante y que bien ya me dijo entonces no era mas que una parte, ni siquiera la más importante, de lo que éramos. Y es que el Sitio Elegante era un sitio de señores.
Hoy me doy cuenta de que probablemente me influyó mucho más allá de lo profesional
No lo vi todo lo que hubiera querido estos últimos años, yo estoy fuera y el en su jubilación se dedicó de verdad a disfrutar de la vida, pero nunca perdimos el contacto.
Se me murió el jefe y la plaza se suprime para siempre por falta de idoneidad de cualquier candidato que osara pretenderla.
DEP querido Jefe, gracias por todo.