lunes, 1 de marzo de 2010

Todos sabemos lo que queremos, pero no nos atrevemos a decirlo, y menos a hacerlo

Lo malo de la socialización es que nos enseñan a renunciar a nuestros propios intereses. Cuando eres pequeño y te comes la última pasta de la bandeja te llevas una bronca de tu abuela o tu madre, que sin embargo pretenden que te comas el puré de lentejas comida de viejas. Una pena.

En mi ciudad castellana de matrícula de dos letras existen conceptos que van mas allá de las puras expresiones idomáticas. Por ejemplo, "darle a uno en el rodal del gusto", que no puede ser mas expresiva, o  llamar al convite/cena/comida que sigue a una boda/bautizo/comunión, "el gasto", osea, que la boda es en la iglesia tal y el "gasto" en el restaurante cual.  Porque ¿qué es una boda sino un gasto?

A mi hay una serie de cosas que realmente me dan en el rodal del gusto, pero que lamentablemente la asquerosa educación que me dieron mis padres me impide hacer y que se acabará convirtiendo en úlcera si no le doy salida.

Una de las cosas que me hubiera a mi dado en el rodal del gusto es darle feedback positivo y constructivo a alguno que se está empeñando en hacer coaching, pero realmente necesita el curso de "formas y buenos modales abren puertas principales" y uno adicional de "las diéresis no las han quitado y a las personas les molesta que escriban sus nombres con faltas de ortografía" añadido a uno muy básico de "la inteligencia matemática no sustituye la ducha diaria".  Pero claro, aunque como dicen en mi pueblo "la verdad jode, pero curte", resulta siempre mas prudente callarse, e ir haciendo úlcera.

Otra cosa que también se dice en mi pueblo es "tener ganas de ganeta", que es difícil de explicar, pero que si les pongo un ejemplo, les queda claro de inmediato.

Una de las Falsificadoras de Perfil  enfundada en twin set con pelotillas, pone una reunión a las 20:15 de la tarde, para hablar, por ejemplo del proyecto de la Guayana, y repasar una documentación que lleva cuatro meses en su mesa, porque es claramente prioritario. Eso es tener ganas de ganeta. Y de paso, tocar las narices.

Pero claro, no se puede decir lo que se piensa. Y mucho menos hacer lo que se quiere

3 comentarios:

ana dijo...

q bueno tener ganas de ganeta.te lo robo

Electricbluejean dijo...

ganas de ganeta... santa razón y fina sociología de la buena, chicas...

Maimónides dijo...

La vida es como un partido de baloncesto. Cuando la pelota sale de las manos del tirador , hay que hacerse un sitio para coger el rebote. Si hace falta a codazos.

El mundo no evoluciona, soy yo el que lo hace. Como cantaba Serrat "Pelea por lo que quieres y no deseperes si algo no anda bien. Hoy puede ser un gran día y mañana tambien".

Puedes ser la princesa del cuento, llena de sonrisas y glamour. Pero los demán han de saber también ( y tu has de recordarlo periódicamente) , que también eres la Sra. de Feroz, el que se comía Caperucitas, y tontos del culo que se ponían en medio.

Sonríe, mira hacia adelante y trata de ser feliz.

Mi abuela, superviviente de la Guerra Civil, viuda ( a mi abuelo lo mataron) con 4 hijos pequeños, me enseñó que aún en los peores momentos "Jodidos pero contentos"

Fdo: Lobo Sonriente

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