He quedado a desayunar con una antigua candidata que estaba de paso en Madrid y ha querido verme. Total, que como no tenía nada mejor que hacer he ido a verla. Como ya no hay colegio está Madrid lleno de niños y como los padres no tienen trabajo o dinero, o las dos cosas, no van a campamentos, o todavía no se han ido. Va el metro lleno de niños con sandalias y parece aquello 300 millones. La verdad es que ver tanto pie y tanto brazo gordo me duele, pero es lo que hay si vas en metro. Y yo soy pobre y voy en metro.
He ido a desayunar entre otras cosas porque me ha citado en la planta 30 de una de esas cuatro torres nuevas que hay en Madrid y que a mi no me disgustan aunque me parece que no pintan nada. Como cuatro sotas, ahí plantadas, y la Paz al lado que se ha quedado vieja y pequeña. Y tenía curiosidad por subir a alguna de las torres.
Esto de las torres es curioso, como cabe tanta gente, se ajan antes de tiempo, y Torre Picasso sin ir mas lejos está ya cutre y roñosa. Por no hablar de Torre Europa o la de la Plaza de España.
Pero estas todavía no están casi usadas y los ascensores no tienen los números gastados. Allá me he ido yo a ver la planta 30 y desayunar, como en los viejos tiempos del Brunch del Ritz.
Entre los húespedes, sólo extranjeros. Ninguno de los que venía en metro. Parecía como si fueran extranjeros que hubieran contratado de figurantes. O a lo mejor la impresión de lo anterior era demasiado fuerte como para ver ahora un término medio.
No parecía un hotel de Madrid, o por lo menos no había el típico que viene a una feria. Podía ser un hotel de cualquier parte. Pensé que por lo menos las vistas merecerían la pena.
Las vistas son una mierda. O por lo menos, las vistas que yo vi.
¿tanto subir para ver las vías de Chamartín? ¿la Castellana en su lado feo? ¿los edificios bajitos de Cuéntame que hay al lado? ¿
A mi me gustan las vistas del Hotel Emperador, cuya piscina les recomiendo, incluso las de Torre Picasso, pero estas no me han gustado nada. Debe ser que me hago vieja y conservadora...
No sé.
He ido a desayunar entre otras cosas porque me ha citado en la planta 30 de una de esas cuatro torres nuevas que hay en Madrid y que a mi no me disgustan aunque me parece que no pintan nada. Como cuatro sotas, ahí plantadas, y la Paz al lado que se ha quedado vieja y pequeña. Y tenía curiosidad por subir a alguna de las torres.
Esto de las torres es curioso, como cabe tanta gente, se ajan antes de tiempo, y Torre Picasso sin ir mas lejos está ya cutre y roñosa. Por no hablar de Torre Europa o la de la Plaza de España.
Pero estas todavía no están casi usadas y los ascensores no tienen los números gastados. Allá me he ido yo a ver la planta 30 y desayunar, como en los viejos tiempos del Brunch del Ritz.
Entre los húespedes, sólo extranjeros. Ninguno de los que venía en metro. Parecía como si fueran extranjeros que hubieran contratado de figurantes. O a lo mejor la impresión de lo anterior era demasiado fuerte como para ver ahora un término medio.
No parecía un hotel de Madrid, o por lo menos no había el típico que viene a una feria. Podía ser un hotel de cualquier parte. Pensé que por lo menos las vistas merecerían la pena.
Las vistas son una mierda. O por lo menos, las vistas que yo vi.
¿tanto subir para ver las vías de Chamartín? ¿la Castellana en su lado feo? ¿los edificios bajitos de Cuéntame que hay al lado? ¿
A mi me gustan las vistas del Hotel Emperador, cuya piscina les recomiendo, incluso las de Torre Picasso, pero estas no me han gustado nada. Debe ser que me hago vieja y conservadora...
No sé.
2 comentarios:
Espero que al menos el desayuno y la conversación fueran de tu agrado.
No te haces vieja y conservadora, sino exigente. Ahora seguro que no te atreves a tomar los vinos que tomabas hace años, prefieres menos cantidad y más calidad.
Pues lo mismo.
Estoy con Tikitina...a lo mejor es que ahora tienes más criterio. Eso nos pasa a todos, y no es edad, es experiencia.
Pero hay que ir, y si no gusta no se repite. Así de fácil.
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