Querida Economista: Gracias por volver!
Te dejo que me censures porque eres tú. A cualquier otro le habría armado la Marimorena.
Me gusta ocuparme de la propia frecuencia pero también de la ajena, y ya todos saben que olvido pero no perdono, con lo que el corazón me duele igual que hace 10 o 20 años y el rencor se me alborota a la mínima.
Porque si señores ..soy rencorosa, envidiosa para algunos talentos, pelín macarra e inconstante. Pero al menos soy AUTOSUFICIENTE, que es muchísimo más de lo que pueden decir muchas, entre las que incluyo a todas las que odio menos a Pé, que ha hecho de su cuerpo su herramienta de trabajo y lo ha hecho ella sola.
Economista, me gusta mi corazón caliente, que lo tengo sólo para la vida y no para lo laboral… pero te dejo la censura de la cabeza fría, no se muy bien por qué, pero te dejo ..
Ya nos tomares un gin tonic y te convenceré para volver a subirlo ..
C.W. Carrington
2 comentarios:
Eres autosuficiente... por ahora. Quiero decir, ojalá lo seas siempre, pero nunca sabes.
De espíritu los seremos siempre. Otra cosa es que los astros se alineen en nuestra contra.
Publicar un comentario