A C.W. (que como ven está muy ocupada con la post celebración del día de la Madre) le regalé yo la charla de "Si, se decir no", cuando rosmaba cabreada por tener que ir a la segunda boda del hijo de su asistenta Paqui y no ser suficientemente rápida para excusar su presencia en Faunia con todos los del Back Office, para merendar el día de San Carlos, por decir algo.
Yo soy bastante más rápida. Ya ni me excuso, si no me apetece, lo digo, y si la razón no la quieren escuchar, que no me pregunten.
Así, a la pregunta ¿ por qué nunca vienes a cenar a casa? la respuesta es "vives muy lejos y no puedo beber si tengo que ir hasta alli, mejor bájate a Madrid y quedamos donde tu no puedas beber".
0. ¿te puedo pasar el cv del novio de mi compañera de piso para que me lo rehagas, es que me cae muy bien y querría hacerle el favor? Respuesta, no, no puedo, porque no me gusta que hagas favores con mi tiempo y quedes tu bien, y yo ni aparezca.
0. ¿te importa que llame de tu parte a fulano, que le quiero mandar el cv? Pues si, si me importa, porque estoy harta de hacer favores y quedar después como el culo, porque eres un desastre y luego de quien se acuerdan es de mi.
o. ¿a ti te importa si yo uso tu plaza de parking durante el día cuando tu no estás?
Pues si, si me importa, porque no quiero estar pendiente de salir para que tu entres.
Ya lo sé. Soy muy borde, pero ya saben que mas vale una vez colorado que ciento amarillo, y la gente, si puede, se ríe de ti en tu cara y te utiliza para todo lo que le interesa.
Así que hoy me han dicho, "¿comemos el miércoles? y como todavía me dolía un poquito la última puñalada laboral, me he quedado mas ancha que larga.
Lo siento, no puedo comer, y además, no acepto citas para el miércoles después del viernes (anterior). Así que ya te llamaré yo cuando quiera comer, aunque de todos modos, tampoco tiene mucho sentido comer juntos ¿no te parece?
Anda que la gente se cree que yo me vendo por un plato de lentejas.
Haciendo amigos. Que se dice.
2 comentarios:
Yo sé decir no. Lo digo y ya está.
Pero como no me educaron para decir no, pues luego tengo remordimientos, darle vueltas al coco, ver que me intentan torear...
Vamos, que además de decirlo, tengo que aprender a vivir con ello.
Yo también sé decir no. Pero cuando ayer estaba bañanado al niño, y la mucama me dijo que había un señor en la puerta, no esperaba tener que poner a prueba a mi capacidad.
Nunca tenemos visita, así que bajé. Había un chico, grandullón y tonto (vamos, retrasado) que con sonrisa beatífica y gafas sucias y ladeadas me intentaba vender unas revistas y calendarios para sacar dinero para nosequé asociación de discapacitados.
Le dije que no, firme pero amablemente, y después de un rato (repitiendo las consignas que le habían enseñado) se marchó con la sonrisa un poco quebrada.
Creo que hay que ser muy hijodeputa para mandar a estos chicos a trabajar la puerta fría y tratar de chantajear emocionalmente al personal con estas tretas. Asfin, Fesinet, Fasesa o cómo coño se llame la asociación: desde este foro con miles de visitas os digo que sois unos jetas y unos miserables, y que el fin no justifica los medios.
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