martes, 16 de marzo de 2010

Cruceros

Una de las frases favoritas de mi padre, que ya saben ustedes que no viaja, porque según el viaja todo el mundo, y el viaja con los libros,  es "ya no se puede comer cosas exquisitas".
Pues lo mismo pasa con los cruceros. El efecto de democratización del pollo ha llevado a que cualquiera pueda embarcarse en una torre flotante de 20 pisos como si fuera un edificio de la Ciudad de los Periodistas y lanzarse a frotarse con 2000 desconocidos en un escaso espacio, en el que además, es posible que hasta huela a fuel y vómito, por aquello de los mareados.
Se suben los 2000 y se bajan los 2000 como manada para ver lo que realmente les importa tres pepinos, con prisa para volver porque es la cena del capitán y la noche temática de bailes caribeños. Desde luego, como sitio para conocer gente, debe serlo, porque escapatoria no hay,  y después, como está todo incluido, puedes comer todo lo que quieras, que es una cosa que solo les motiva a las marmotas, porque el resto tratamos de comer lo justo, así que vuelves gordo como una hucha y con 20 mejores amigas con las que quedarás para intercambiar fotos.
No tengo nada en contra de viajar con los amigos, (la desparecida colaboradora y yo hicimos un viaje a Japón que todavía me causa risa cuando lo recuerdo, entre las 2 juntábamos siete idiomas y no nos hacíamos entender ni por señas), ni de irse con la sociedad de Estudios Clásicos a Sicilia o a Grecia para que le expliquen a uno muy requetebién lo que de verdad le interesa. Y desde luego, no me parece estar colgado ir de viaje solo, si a uno le interesa ir a un sitio y el tal sitio no parece interesar a nadie mas. Pero vamos, no conocer Úbeda, por decir algo, y haber ido tres veces de crucero para pisar Génova y subir, y hacerse amiga de una de Granollers que tampoco conocía Madrid, pues yo, sinceramente, no lo veo.
Así que cuando se hunda uno de esos barcos, no nos busquen en la lista de víctimas, y personalmente a mi, tampoco me busquen haciendo submarinismo, porque no se me ha caído nada al mar.

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