Pasados los Reyes Mágicos y después de haber guardado los regalos de Ramón para el año próximo, toda vez que ni caso les hace, he vuelto hoy después de las vacaciones.
Había prometido volverme zen y moderar mi mala leche. Cierto es que la disimulo, pero no puedo evitar que me ponga mala viendo a la gente derrochar el dinero. Tengo un buen amigo que siempre me dice "pero si no es tuyo, que mas te da", vale, no es mío, pero me lo han dado para que lo administre, para que lo gestione, para que me lo gaste con cabeza. Me pongo de mala leche viendo como se cumplen las profecías de "ahora me quiero apuntar a inglés, ahora me quiero quitar de inglés", pero si ya te dije yo que si no habías aprendido no ibas a aprender, hombre ya.
Pero en el año del adelgazamiento, no puedo permitir que la bilis me inunde. C.W. se ha ido de nuevo, esta vez a otro país, ya que su nuevo y maravilloso trabajo la va a tener de bolos por meses en el mundo mundial. Anda que no tiene suerte y desayuna en hoteles, venga zumo de naranja por la mañana.... Ella también vino de bastante mala leche, ya que, en su ausencia, y tal y como ya le avanzamos, su oficina ha sobrevivido sin ella. Es lo que tiene la ausencia, que es el olvido. Ahora se instala en el país nuevo, y dentro de dos meses, a otro, y en cuatro, se olvidaron de ella. C.W. te conmino a regresar en un plazo razonable, o a llevarme contigo, claro está.
He vuelto y todo el mundo estaba revolucionado con la nueva ley del tabaco, entre otras cosas porque la oficina está junto a un parque infantil de esos que está mira tu por donde en una mediana de la Castellana y fumar no se puede, pero te puedes morir ahogado por los humos del 27, el 14, el 150 y el 45. También puedes morir atropellado por cualquiera de los anteriormente citados autobuses. Así que los que se bajaban a fumar cuando no había niños ya no pueden bajar y encima son unos apestados.
Y encima, todo el mundo está a régimen. Así no hay quien recaiga.....
Había prometido volverme zen y moderar mi mala leche. Cierto es que la disimulo, pero no puedo evitar que me ponga mala viendo a la gente derrochar el dinero. Tengo un buen amigo que siempre me dice "pero si no es tuyo, que mas te da", vale, no es mío, pero me lo han dado para que lo administre, para que lo gestione, para que me lo gaste con cabeza. Me pongo de mala leche viendo como se cumplen las profecías de "ahora me quiero apuntar a inglés, ahora me quiero quitar de inglés", pero si ya te dije yo que si no habías aprendido no ibas a aprender, hombre ya.
Pero en el año del adelgazamiento, no puedo permitir que la bilis me inunde. C.W. se ha ido de nuevo, esta vez a otro país, ya que su nuevo y maravilloso trabajo la va a tener de bolos por meses en el mundo mundial. Anda que no tiene suerte y desayuna en hoteles, venga zumo de naranja por la mañana.... Ella también vino de bastante mala leche, ya que, en su ausencia, y tal y como ya le avanzamos, su oficina ha sobrevivido sin ella. Es lo que tiene la ausencia, que es el olvido. Ahora se instala en el país nuevo, y dentro de dos meses, a otro, y en cuatro, se olvidaron de ella. C.W. te conmino a regresar en un plazo razonable, o a llevarme contigo, claro está.
He vuelto y todo el mundo estaba revolucionado con la nueva ley del tabaco, entre otras cosas porque la oficina está junto a un parque infantil de esos que está mira tu por donde en una mediana de la Castellana y fumar no se puede, pero te puedes morir ahogado por los humos del 27, el 14, el 150 y el 45. También puedes morir atropellado por cualquiera de los anteriormente citados autobuses. Así que los que se bajaban a fumar cuando no había niños ya no pueden bajar y encima son unos apestados.
Y encima, todo el mundo está a régimen. Así no hay quien recaiga.....
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