lunes, 21 de junio de 2010

Vocaciones

Mapache está a punto de terminar sus carreras, que asumimos no son una en cada media y se entristece pensando en su "inexistente" currículum.

Soy de la opinión de que la experiencia está muy bien, pero sin conocimientos no es suficiente, por mucho que se empeñe Bolonia, los que no estudiaron y ahora frecuentan las "Universidades de Mayores" y las amas de casa que piden pensiones y van a museos.  Naturalmente ha quedado demostrado a lo largo de este blog que ambas cosas finalmente  pueden no servir para nada e intervienen Suerte y Caradura, que son dos factores sobre los que no se puede actuar. Querido Mapache, no puedo sino desearle suerte y practique usted sus artes de convencer, porque desgraciadamente ya no puedo mover su cv.... ojalá pudiera hacerlo.

Yo creo que uno debería estudiar lo que quiere, no lo que se demande, lo que ese año se lleve (en mi año se llevaba Teleco) o lo que le digan sus padres. Si total vas a trabajar en lo que puedas, mas te vale estudiar lo que te guste. Incluidas las Filologías, naturalmente, y lo que un patán llamaba por ahí soft degrees, supongo que para contraponerlo con aquellas titulaciones que generan licenciados de uñas mordidas.
En mi clase en COU había una niña medio japonesa, cuyo padre era sexador de pollos. Ahí es nada. Vocacional o no, nunca lo supe, debía haber tres en Madrid y este además de ganar como para pagar colegios privados, salía en la tele con regularidad.
Lo mismo pasa con los verdugos, en España no hay, pero estoy segura de que si los hubiera habría verdugos vocacionales, y ahí no me digan que lo importante es la experiencia y que hay que hacerlo título universitario, que eso si que es un hard degree. 



4 comentarios:

Tikitina dijo...

Precisamente hoy he pensado en los sexadores de pollos, y en los arqueólogos.

Por qué? Pues porque he descubierto que realmente tienen trabajo y están todos colocaditos con unos puestos de trabajo estupendos, y no en pollerías y en yacimientos. No.

Todos forman parte de las plantillas de las empresas de selección de personal. Los sexadores de pollos hacen la primera criba, eliminando hembras. Los arqueólogos la segunda, eliminando los que quedan y que sean mayores de 35 años.

Ahora soy yo la que cabecea con el ceño fruncido: o no me llaman o me llaman para mierdas, o me llaman mierdas que me quieren pero no pueden pagar ni un tercio de lo que tendrían que pagar para el puesto que ofertan.

Mi vocación inicial era ser veterinaria. Hubiera sido una muy buena veterinaria, pero mi padre me dijo que no era muy grande yo, y que no veía muy claro lo de mis cortos bracitos ayudando a parir a una vaca. Realmente, yo pensaba en animales más pequeños.

Hay gente vocacional. Mi sobrina empezó la carrera y dijo que al finalizar quería opositar, dijo además, a qué quería opositar. Y ella, que es un encanto, pero casi tan sosa como yo, es capaz de broncearse con la bombilla de 60 w azul durante años para lograr ser justo lo que quiere ser.

mapache dijo...

(Mapache)

Aún me queda el sexto y último año por delante, y la verdad, viendo cómo está el percal, por muchas ganas que tenga de empezar a sacar adelante mi vida por mí mismo supongo que no es mala cosa tener otro año más de espera. Mis carreras también son fruto de la moda del momento: Derecho y ADE. Vamos, un refrito de dos de las carreras más saturadas y colapsadas del sistema universitario español, carnaza de mileurismo. Ojalá tuviera yo alguna vocación capaz de alimentarme...

Mi padre ha sido recientemente "prejubilado" (lo entrecomillo porque sigue en nómina y queda exento de ir a trabajar, un privilegio que se me hace absurdo, pero al que evidentemente no hace ascos), y como sigue con ganas de dar guerra ha montado un bufete. Ya tenemos el primer cliente (me incluyo porque aporto mi granito de arena), y el caso no tiene desperdicio: un controlador aéreo, amigo de mi padre, que quiere rescindir el contrato. Salario bruto percibido entre marzo 09 - marzo 10: 413.543,11 euros.

Mientras incorporaba la tabla al escrito de demanda, no dejaba de darle vueltas. ¿Es eso lo que tenemos que asumir? Si una persona bien formada aspira a poder hipotecarse a 35 años en una cueva de 70m2 en Madrid, ¿el éxito ha de considerarse lograr escapar de eso, aunque sea de una forma tan... fuera de razón?

Llevo todo el año trabajando, dando clases particulares a niños idiotas, sobreprotegidos y aburguesados del Conde Orgaz, para ahorrar cuatro duros y poder ir una semana de vacaciones a Barcelona con mi novia. Todo eso mientras me entero de que una "amiga" de mi novia, heredera de un imperio de máquinas recreativas (hija de un reciente y multimillonario fallecido, ¿lo tienen?) se ha permitido el lujo de reservar 5 días de hotel en el Hilton de Valencia, pagar y no ir... porque optó finalmente por el Westin.

Medio cabreado y medio envidioso, pregunto: ¿qué es el éxito? ¿Eso? ¿Cómo puedes saber si lo has encontrado, o si no te has echado a perder buscándolo? Y antes que todo, ¿merece la pena?

Siento el tocho, es que ha sido ver los 530 euros que tengo para todo el verano y me he puesto sentimental. Cada edad tiene sus problemas, aunque el fondo muchas veces coincida...

Amigo indiscreto dijo...

Lo de las vocaciones es un asunto peliagudo. Yo no hice en su momento, la carrera que me gustaba. Y al final no hice ninguna. Ya de mayor terminé una que me atraía y se ajustaba a mis posibilidades del momento; y completamente inútil. Me alegra haberla hecho, aunque laboralmente no le haya sacado ningún partido, porque cuando la hice disfruté mucho.Pero yo no me atrevería a calificarla de soft degree, aunque no esté muy reconocida la titulación.

Laeconomistadescubierta dijo...

Querido Mapache. Me cae usted bien, me recuerda a C.W. cuyos amigos y antiguos pretendientes son todos millonarios, y, a pesar de ello, no se casó con ninguno, a pesar de haber sido pretendida por alguna de las mayores fortunas del país. Usted podría salir con la de las máquinas tragaperras, pero no, sale con su novia que tendrá la cabeza bien amueblada y gastara los 530 euros con criterio. Pero, si tiene envidia todavía está a tiempo, entre un despacho importante, aunque sea de meritorio y trepe como pueda. Deje de denostar a los niños del Conde Orgaz y frecuente mas a sus padres. Si no tiene vocación, siga a su instinto económico. Y si empieza con asuntos laborales, ahora están muy de modo

No desespere por las vacaciones. Este año estamos todos castigados sin postre y sin salir. Búsque un trabajo de verano, o vengase conmigo al WFA que en verano es delicioso...

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