Como resulta que tenemos que crearnos nuestra marca personal para que nos compren, hay alguno que se lo ha creído y se está inventando una nueva personalidad a ver si nos vende la moto.
Hay que detectar a estos individuos y neutralizarlos.
Yo tengo un amigo de infancia que tiene un trabajo bastante bueno, y sin embargo, habla como un pastor de ovejas, o de vacas (también puede ser).
No se molesta en disimular y a la gente le fascina, porque todo el mundo cree que está delante de un personaje de Heidi. Pero no, es que el es así. Naturalmente, mi amigo no niega nada de sus orígenes, su pasado o sus amigos. Hoy ha mandado un mail cuyos destinatarios tenían todos mote. Oye, si su colega se llama "Grifo", pues se llama grifo. Es guapo, simpático, brillante y esquía de cine. (desde pequeño) Pero habla como un pastor, y está encantado de hacerlo.
Pero luego están los otros, los que se quieren reinventar en un perfil "deseable". Uyyyyyyy, esos son fatales.
Un rasgo inequívoco de este tipo, es la omisión de minidatos esenciales del pasado. Por ejemplo, y sin ir mas lejos "la prinsesa Letizia la Fictizia", especialista en creación de nuevos perfiles deseables, nariz incluida.
Otro rasgo es la supresión, unión o alteración en el orden de los apellidos. Por ejemplo. Paco Perez de la Iglesia, se convierte en Fran de la Yglesia, y se queda mas ancho que largo. O Perezdelaiglesia, me llamo, no te olvides del segundo.
Omisión de las referencias familiares más alla del momento en que se cambiaron al chalé adosado en la carretera de las "redondas". Negación del piso en extrarradio y, lo que es peor, negación del pueblo, y posterior negación del veraneo en Cullera. Terrible, eso es terrible y además es de ser un mal agradecido con los padres.
Nombre no español, ( Erika, Vanessa, Tamara) fruto de la pasión televisiva de alguna madre, e hijos con nombres de apariencia elegante (Mauro, Beltrán, Gadea)
Abuelos vivos. (cuyo nombre no ha sido perpetuado) Nadie, a partir de determinada edad tiene a los cuatro abuelos vivos. Y si encima que los tienes, los escondes, para matarte. Una persona que le pone a su hijo el nombre de su abuelo, que se llamaba, por decir algo, Humberto, demuestra personalidad y no necesita refuerzos sociales.
Uña anacarada y twin set. Anillos finitos y muchos. No, ese no es el camino de la reinvención. Esa es una vía errónea, y además ahora el oro de 14 también se vende bien.
Confusión en los zapatos. A ver, que no es tan difícil. Les aseguro que mi amigo el que habla como un pastor no duda ni un momento en el tema zapatos.
Obsesión por el deporte y el arte moderno. De esto ya hemos hablado y no me quiero repetir.
Certificados, coaching, master y similares. Ese capítulo también lo hemos visto.
Déjense de medir la inteligencia matemática y detecten al que se está inventando un nuevo perfil.
Por cierto, el título de la entrada se lo he copiado a una mujer inteligente el otro día. Y es la descripción real de una tipa cuyo perfil coincide con todo lo que he mencionado mas arriba.
3 comentarios:
Yo tengo sesenta, visto como marca la tendencia del mercadillo y hablo con la sumisión del pensionista.
Por eso me cago en los muertos del Congreso.
El gobierno, “hace como que hace pero no hace”. Crea una comisión. El electorado, “hago como que voto pero no voto”. Para comisiones tenemos el coño.
Zapatero y Rajoy, cinco insoportables horas de cobardía insostenible
Abrazos, queridas.
Lo del veraneo en Cullera, lo mejor!!! jajajaja
Yo puedo aportar dos casos: un fulano que es de Cáceres pero que se fue de pequeño a Salamanca y dice a todos que es de Salamanca porque le parece más elegante,... hay que ser paleto...Y otro que decía en una partida de mus que no sabía jugar al mus y preguntaba cómo eran las reglas,... luego se descubrió que había jugado repetidamente. Este caso no es exactamente de lo que trata la entrada porque el canalla este lo hacía para sacar ventaja de nuestra condescendencia y relajación. Pero en todo caso se trata de ventajistas. Obviamente al fulano del mus no le sirvió de mucho su torpe treta y fue vencido, descubierto y su conducta afeada.
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