domingo, 17 de enero de 2010

Las caritativas: Yo soy así, y los demás, que se jodan

Esta es una de esas entradas que mas trabajo y sin embargo luego menos comentarios suscitan.

Soy consciente. Pero no puedo evitar que los cabreos, que antes me llevaban a la pluma y el papel y hoy a mi mac, me lleven a escribir estas cosas.
El argumento es "yo soy así, y me debes respetar, pero yo no estoy dispuesto a respetar que tu seas de otra forma-- Y como yo soy así, y tu no, y yo no puedo, pero tu si, por favor, no me causes disgustos y resúelveme los problemas, que es que yo "soy así"

Resulta que hay determinados tipos de personas, o determinadas personas, para ser exactos, que "no pueden" hacer lo que sea. Dicha incapacidad resulta ser esencial, osea " no son capaces", y su incapacidad no se basa en ninguna real minusvalía, simplemente "no son capaces". Si, suena absurdo, pero es real. La gente lo dice. No hacen las cosas porque no quieran, sino porque teóricamente "no pueden"

Si tal cosa fuera cierta, supondría que la voluntad, la disciplina o la obligación, no serían factores relevantes en el comportamiento de estas personas. Por ejemplo, "no soy capaz de cumplir el código de la circulación" por tanto, si atropello a un peatón, estoy exento de toda culpa por que "soy incapaz de cumplir esta obligación"

Enunciado así, suena ridículo, pero si entramos en el ámbito de las emociones o lo moral, entramos en otra discusión.

Un ejemplo: "yo no soy capaz de cuidar de mis padres" (no es una cuestión física, económica o geográfica, simplemente me agobia atender a un viejo) así que justifico mi maldad en una supuesta incapacidad, y me quedo tan ancha. Y como estoy muy estresada, no tengo tiempo para ir a ver a mis padres, pero me apunto a baile

"yo no soy capaz de aceptar que mi hija es lesbiana" (no es que sea yo débil mental y no sepa distinguir, simplemente no quiero aceptarlo) Asi que no como soy capaz, no la quiero ver delante, ni a ella, ni a su novia.

Los egoismos feroces siempre se venden como incapacidades. "No puedo ayudarte, me gustaría pero no puedo asumir esa responsabilidad, es me agobio mucho" se debería leer como "No me da la gana de ayudarte, no quiero tener nada que ver con tus problemas", pero dicho así, claro, daría una imagen muy poco favorable de la persona, que normalmente además, no sólo va de piadosa, sino de caritativa.


Escudarse en la personalidad o en la esencia de una persona no es excusa para hacer lo que se tiene que hacer, esto es algo que se entiende si se trata del cógigo penal, pero no parece tan claro para las relaciones personales.

La debilidad de carácter, la falsa depresión, el egoísmo al fin, se visten bien y se venden mejor si se muestran en "es que yo soy así y no voy a cambiar", Pero si tu les dices, "eres un hijo de puta y no cambias porque no te da la real gana" entonces, eres un horror de tía, que no te compadeces de los débiles, que pobrecitos, como no pueden con nada, se apuntan a baile para desestrearse.

Soy de la opinión (y como es mi blog, digo lo que me da la gana) que querer es poder, y que "no puedo" no es sino una excusa. Preferiría un "no quiero". No me sirva que no "puedas", si lo tienes que hacer, lo haces, y si no te sale, te esfuerzas. Y si es duro, pues te esfuerzas mas.

Escudarse en la debilidad para joder a los demás, dinamitar la felicidad o la tranquilidad del resto basándose en una supuesta incapacidad esencial "es que yo no puedo porque yo soy así" no es mas que una demostración de egoismo. No es incapacidad, es que no me da la gana. Eso si, a la inversa no funciona, porque abandonar al supuesto incapaz es reprobable, y mostrar en público que no es mas que un mierda, deleznable.

Suponer que la personalidad excusa cualquier actuación en un solo sentido es de gilipollas. Pero la gente lo usa, y manipula a los demás todo lo que se dejan. "ay no me hagas esto, que no puedo vivir así", claro que puedes, pero no quieres, pero si no lo quieres, tendrás que hacerlo sin querer, sobre todo, porque no puedes imponer a los demás tu voluntad excusándote en una debilidad esencial de tu carácter.

Estoy hasta las narices de los débiles que se excusan en su esencia para hacer daño a los demas. Obras son amores y querer es poder, si no puedes, es que no quieres, y si no quieres, no me interesas, es mas, cuánto mas lejos, mejor.
Y si desgraciadamente eras mi amigo, mi hermano o mi primo, que lástima, pero no quiero volverte a ver. Y si puede ser nunca jamás, mejor.
No estoy dispuesta a aguantar excusas esenciales de egoístas estructurales. Si pudiste adelgazar, porque te interesaba mucho meterte en aquel vestido, puedes hacer el resto. Si no te da la gana, no es problema mío y, sobre todo, no me jodas

11 comentarios:

Roedor dijo...

Hay ciertamente mucha gente que se refugia en la excusa para no tener que cambiar, esforzarse o hacer algo que les incomoda. Reconozco - sin embargo - que hay casos extremos de gente que no puede cambiar algunas cosas por mucho que lo intente. Eso sí también me repatean los que se escudan sin intentarlo ni flojo ni fuerte y lo utilizan para dar por saco al personal.

Recomiento "En Busca de la Voluntad Perdida" de J.A. Marina para el comfort intelectual y una buena oblea verbal a tiempo para el comfort ante el cabreo que causan.

Laeconomistadescubierta dijo...

Usted lo ha dicho, "por mucho que lo intenten"

Laeconomistadescubierta dijo...

el asunto es "los que no lo intentan nada"-

mapache dijo...

Doy clases particulares a un chico de 16 años con transtorno de déficit de atención que se ampara en esa excusa para no asumir ninguna responsabilidad en la vida. Ni siquiera puedo estrangularle porque necesito ese dinero.

La gente es débil. Entre el esfuerzo que requiere la superación y la fácil excusa que posibilita permanecer cómodamente en la mediocridad es evidente cuál prefieren.

Simplemente, en el mundo actual faltan cojones.

Laeconomistadescubierta dijo...

Fijese Mapache, y es uno que dice que tiene algo que se diagnostica, pues imagínese si solo es depresión light porque no te han cortado el pelo igual de bien que la última vez.

Laeconomistadescubierta dijo...

he buscado el libro de Marina, Roedor, gracias por la sugerencia. Lo del cambio del concepto voluntad por el de motivación merece entrada aparte.

pacopeg dijo...

¡Vivimos en la sociedad del egoísmo!

Anónimo dijo...

yo me cago en tus muertos, hijo/a de puta

C.W. Carrington dijo...

Si usted se encuentra mejor soltando improperios por la red, nosotras encantadas de contribuir a un infarto de miocardio menos. No se quede con las ganas dentro que eso da cancer y lo que es peor obstrucción intestinal.

Sentimos decirle que si le detectamos en el Alsa, le mandaremos en metro.

Un cordial saludo

Anónimo dijo...

Me gusta vuestro blog y sobre todo me gusta esta entrada. Especialmente hoy. En mi pueblo se llama a este rasgo particular de algunas personas “la ley del embudo” (lo ancho pa mí lo estrecho pa tí) pero vosotras lo habéis explicado muchísimo mejor y mucho más razonado. Enhorabuena.
Me pongo ahora mismo a buscar el libro de Marina recomendado por otro lector. Reconozco que, como ninguno somos perfectos, a mí a veces, también me falla la voluntad.

Amigo indiscreto dijo...

Queridas: comparto al 100% la idea de esta entrada. Y añadiría a la idea general de la misma, la castiza expresión "nadie nace sabiendo", pero todo o casi todo se aprende. Me han dicho muchas veces "hazlo tú que sabes", pero es que yo no nací sabiéndolo, tuve que aprender (y muchas veces sólo para lo que se me pedía). Y si yo lo aprendí, tú también puedes.

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