A vueltas con las becas Lidera y abundando en la opinión de Al Bahri, que cree que sólo quiero trabajar por la pasta, he llegado a la conclusión de que quiero que me den la famosa beca por el gustito de que me la den (primate = primacía, recuerden) mucho mas que por las ganas de hacer el curso.
C.W. Carrington, que como ustedes saben tiene dos carreras y no una en cada media, es una especialista en coleccionar cursos. Quitando esta excepción, estoy sinceramente convencida de que la formación es un factor higiénico, osea, que motiva cuando te lo quitan, pero que lo del aprendizaje como factor de motivación está por demostrar.
Recuerdo a una empleada que inocentemente vino a pedir que le subvencionaran un curso de moda. A pesar de que en el Sitio Elegante donde Yo trabajaba venía un sastre a probar a los empleados, no trabajaba en una tienda de ropa, por lo que el curso en cuestión no hacía al caso. Recuerdo también que a clases de inglés, que todo el mundo pedía, lo necesitara o no, las dejaba coincidiendo con las navidades, y todavía recuerdo un semi motín que se formó porque unos cuantos suspendieron un curso y lo que querían era el título, o mejor dicho "El Certificado". Osea, que lo que motiva es que te lo den o que te lo aprueben pero aprender, lo que se dice aprender, aquí no quiere nadie.
1 comentario:
No sé si tendrás éxito con tu blog y te forrarás, ojalá!! Pero sí te puedo decir que me he reído un rato largo. Desgraciadamente hoy en día cuanto más tarde aprendas a leer y menos leas, o más patochadas de pasta blanda leas, mejor parece ser que te irá. Y en las empresas... para qué contar, cuanto más inteligente y más formación menos posibilidades. Valen los contactos, vale el lameculismo, distinto al respeto y compañerismo, ... Pero es lo que hay, mucho marketing personal, siempre que el envoltorio guarde al menos unos mínimos de formación, inteligencia y capacidades. Pero sobre todo mucho marketing personal. Así nos va en este país, nos hemos dedicado a vender humo y nos hemos quemado.
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