sábado, 19 de febrero de 2011

Group Thinking, (III), Motherphilia, lactivism

Me consta que esta es una entrada que no va a gustar a mucha gente, pero llevo largo tiempo decidiendo cuándo era el mejor momento para soltar la siguiente bomba.

Estoy convencida de que hay una maniobra de propaganda detrás de las campañas a favor de la lactancia materna que lo que pretende es sacar a la mujer del mercado laboral, y ahorrarle costes al sistema sanitario, sin que las susodichas madres sean conscientes de que las están manipulando. No se persigue el bien del niño, el bien del niño es la excusa para la venta.

Hala, ya lo he soltado.

Es curioso asistir al fenómeno curioso de ser el país experimento de la llamada Ideología del Género (del Género, diría yo, del género tonto) y sin embargo habernos subido al palito de la lactofilia sin habernos parado a pensar ni por un momento si estábamos haciendo lo que queríamos o nos estaban utilizando.

Veamos:  Nuestras madres y abuelas no se planteaban la historia de la lactancia como nada mas allá que la pura alimentación del hijo.  Si podían, lo amamantaban, y si no podían, se lo daban al ama de cría, que para eso existía.
Y  no se andaban preguntando nada acerca del vínculo, ni por supuesto, cuando el niño se les moría de sarampión se dolían por no haberle amamantado hasta los dos años.  No se montaban una película como la que ahora nos montamos, o se monta a nuestro alrededor.

Pero a nosotras nos envuelven con una historia compleja y envolvente, que mezcla el vínculo con la lactosa, la culpa con el calostro, la bondad con la demanda y que al final se llama 6 meses y a la vuelta, media jornada, y con el segundo, lo mismo, y con el tercero, dejo de trabajar.

  Y como la Seguridad Social está en la ruina y la motherphilia está de moda, la OMS a decir que amamantemos hasta los dos años, Michelle Obama a hablar de teta y cuando la Ministra de Defensa (que me cae mal, no se vayan a creer) renunció a la baja todas las de la liga de la leche a comérsela viva.

"Es lo mejor para tu hijo".  Estupendo argumento. ¿que madre no querría lo mejor para su hijo?

Lo mejor para mi hijo sería no vivir en una ciudad contaminada, pero no puede ser, no tener a Zapatero en el gobierno, pero tampoco puede ser, y que le vacunaran de lo mismo tanto si vive en Algorta como en Almazán, y eso, eso no puede ser.
Pero yo soy una malvada si no lo amamanto y si oso decir que no quiero que los homosexuales adopten niños  soy una retrógrada terrorífica y debo ser expulsada a Mordor. Group Thinking para todos, viva la correción política, muera la Nestlé.

Y, con la excusita de la lactancia, quitaron los nidos de los hospitales públicos "porque los niños tienen que estar con las madres" y de paso, se ahorraron unos cuantos sueldos. Y todas, jaleándolo, porque no hay nada mas hermoso que dormir con tu rorro según te lo dan y es bello y hermoso y maravilloso.

 Y si de paso nadie se entera de que la Seguridad Social paga según que leches de fórmula, pues mejor... y si te echan del hospital a los dos días de una cesárea, pues mejor..  Sarna con gusto no pica. Y lo próximo que oiremos es que los pañales es mejor lavarlos y ya estaremos convertidas en vuestras abuelas, porque la mía tenía ama de cría y no lavaba pañales, que era muy fina ella.

El Mundo publicó  hace unos días un artículo  llamado "madres o vacas" y se pusieron todas como hienas, el domingo pasado publicó otro sobre el instinto maternal y hala, todas enfadadas otra vez, y entre este enfado y el otro enfado, todas distraídas pensando en el sujetador de lactancia en lugar de en los cinco millones de parados, por decir algo.


Me enfada que Michelle Obama salga a hablar de la lactancia como si se tratase de un asunto de estado. porque es como salir a hablar del Ariel a Mano o la bechamel clarita. Imagínense al marido de Angela Merkel hablando de sacaleches. Pues es lo mismo.

 Por Dios, dejen mamar en paz a quien le de la gana y comprar Bosque Verde a quien le venga mejor.

PD: Yo a Ramón le dí el pecho. Muy poco tiempo, eso si.









8 comentarios:

Tikitina dijo...

Voy a tener cuidado con lo que digo pues puede salir un anónimo y diga que se me ve el plumero... no sé cual plumero.

Yo a Marta lo único que le dí fueron las buenas tardes cuando nacio, un besote y un chupete.

He llegado a llamar talibanes a las de la lactancia materna, por ahí hay varios foros que lo pueden acreditar, no por lactar, que me parece genial, pero si yo nunca he intentado convencer a ninguna para que diera biberón, me gustaría a mi saber porque tienen que venirme con el libro gordo de petete a intentarme convencer a mi de lo contrario.

Que si, que la lactancia es un 10, que no lo niego... pero el biberón es un 9.90, me dejó dormir y ser humana sin instintos asesinos desde las tres semanas, logré que mi hija me mirara a la cara y no más abajo, es decir, que me viera como madre y no como fuente de alimentación.

Y lo más importante: crié a mi hija como me dio la realísima gana.

Respecto a lo de los pañales, si visitas la web de crianzanatural.com, ya te venden los pañales de tela, la bañera esa que es como un cubo de fregar, y un invento diabólico llamado "copas menstruales", que prefiero ni describirlo y sugerirte una visita y leerlo. Ah, y extensos foros sobre colechos y otras perveriones que colaboran a lo que indicas en tu entrada: buscan borrarnos del mapa laboral.

Qué manía con la experiencia de parir: una experiencia es hacer puenting, parir es un trance, inevitable para tener un hijo. A mi que me den oxitocina a tope, y me medicalicen lo que quieran, siempre que eso suponga terminar en un par de horas y no tirarme 42horas pariendo como una elefanta.


Este tema, sinceramente, me irrita.

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo con la lactancia. También es bueno para tu hijo tener ocho o diez hermanos, o vivir en un pueblo donde pueda jugar a la calle... y a mí no se me ocurre ni lo uno ni lo otro. Y más que las fundamentalistas de la teta, que al menos ellas han dado teta y les gusta (algunas hasta los tres años, qué denteraaaa), me jode el típico pediatra tío que te dice "nada como la leche materna, y cuando el niño quiera", o sea, jódete hasta que al niño le dé la gana.
Guiomar.
PS. Yo también di teta. Dos mesecitos, completando con biberón, tirando de sacaleches y jurando en arameo.
PS2. Yo sí estoy a favor de que los homosexuales adopten. No cualquiera, claro, sino los que cumplan los requisitos que se les exigen a las parejas heteros. Lo contrario me parece lo mismo que lo de la teta, otra sacralización de los modelos de la madre naturaleza, que algunos invocan como fuente suprema de inspiración sólo para lo que les apetece, como la lactancia materna (la mantis religiosa se carga y merienda al macho tras el polvo y a nadie le parece que la madre naturaleza ahí sea muy sabia, ¿no? pues eso).
PS3. A mí en cambio lo que me alucina es que, con todo lo regulado que está todo, lo de tener hijos esté totalmente dejado al libre albedrío. Yo puedo ser yonki, mala remala o estar como una chota, o todo a la vez, que si quiero tener hijos es mi decisión. Ahora, como me fume un pitillo donde no debo....

Kutusov dijo...

Cuando a mi Sra. le hicieron la segunda cesárea, a los dos días poco menos que le dijeron que recogiera sus tripas y su niña y se pirara a casa. Monté un cisco de cuidado porque no podía ni moverse y estuvo ingresada dos días más.
Hoy se ha inventado el tema de la cirugía ambulatoria que consiste en que te abren, te cosen y te mandan a casa en el mismo día y por la noche te llaman por teléfono a ver si no te has muerto.
Va a ser que al post no le falta razón.
Un saludo

Anónimo dijo...

Pues tienes razón, Economista, no me gusta este post. Otra cosa es que no explicites nada que no hayas dicho anteriormente. Yo nunca me he propuesto ser una adalid de la lactancia y nunca he pertenecido a ningún grupo. Tampoco nunca me propuse ejercer la lactancia prolongada (con un més me conformaba y 3 me parecían demasiado), pero empezé hace casi 6años con el mayor y todavía sigo con el pequeño de casi 3... Ventajas: Mientras son bebés, no tener que preocuparte de preparar biberones a media noche (¿a eso se le llama dormir bién?), llevar siempre la manutención a cuestas, nada de intolerancias a la lactosa; poder comer lo que te de la realísima gana y encima adelgazar; es gratis... Además, a lo mejor es casualidad, pero mis hijos se ponen enfermos menos que el promedio de sus compañeros de clase. Inconvenientes: que no es una tarea fácilmente subrogable (usar el sacaleches es realmente una lata).
Ah, y no veo la relación entre la lactancia prolongada y la expulsión del mercado laboral. Todas las madres lactantes prolongadas que conozco trabajan exactamente igual que antes.
Lo que tengo que reconocer es que los cada vez más variopintos estudios sobre las infinitas supuestas bondades de la lactancia, me dan verdadera grima. Bueno, es la gracia de las correlaciones estadísticas.

En cuanto a la experiencia de parir... estoy bastante de acuerdo con Tikitina: debo ser muy desnaturalizada, pero me parecio un trance bastante desagradable. Lo que no entiendo es que eso implique alabar la oxitocina sintética y el parto medicalizado e invasivo que, desengañémonos, tiene como objetivo adaptarse a los horarios de los médicos y no a la comodidad de las madres. Vamos, que no cambio para nada mi noche sin dormir de contracciones tranquilas en casa con el primero, por mi par de horas insoportables de oxitocina al máximo del segundo.

Anónimo dijo...

Es el neomachismo como bien explicó la Sra. Rubiales.
M. D.

Laeconomistadescubierta dijo...

Ay no, no me diga usted esto. Amparo Rubiales es una de esas que habla de "los niños y las niñas" y se enfada con la Real Academia.
Lo siento, pero yo con esa señora no me identifico nada.

Teleñeca Sufridora dijo...

Hola,

hace unos meses que leo el blog y, la verdad, es que me ha ayudado mucho saber que no estoy sola en esto: yo también tenía una carrera brillante, tuve una niña a la que quiero muchísimo y no di el pecho y cuando volví a trabajo me dejaron en un rincón porque decidieron por mi que tenía que disfrutar de mi hija. Por cierto, también me han dado la beca LiderA para estudiar un Executive MBA.

Lo de la lactancia materna me pone de los nervios. Mi ginecólogo, reconocido internacionalmente, deja elegir a sus pacientes si quieren dar el pecho o no y asegura que el biberón es,al menos, igual que la leche materna.

Y, encima, tu tienes que ser respetuosa pero a ti no te respetan y te miran con cara de:'mala-madre-que-no-das-el-pecho-y-encima-quieres-trabajar'

Economista, muchas gracias por estar ahí.

Anónimo dijo...

Yo también estoy a favor de la lactancia materna, pero de libre elección. Yo a mi hijo mayoe le dí hasta que me puse a trabajar, es decir, 4 meses. No se me hizo nada duro, todo lo contrario. Ahora estoy a puntito de tener el segundo, y ya veremos cómo va. Que va bien? fenomenal, que no? pues le daré biberón desde el primer día y seré tan buena madre que con el primero.
Por otro lado, yo tb estoy hasta el gorro de las madres coraje que se reducen la jornada para cuidar de sus hijos. Y un cuerno!! La mayoría de la que conozco salen de trabajar a las 12:30 y no recogen a los críos hasta las 3:30 de la guardería. Se pegan unas siestas...

Ixone Rekalde Gracia.

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