Me escribe C.W. , completamente mimetizada con su nueva vida, y no la reconozco en su lenguaje escrito.
Verdaderamente no hay como marcharse lejos para que aparezca un nuevo y desconocido individuo.
La de cosas que se está perdiendo C.W. Se pira y los sociatas empiezan con los movimientos de distracción para que nos centremos en debates absurdos y no pensemos demasiado en esta ruina colectiva
Pone tierra por medio y cambian el Código Civil para que (cosa que podía hacerse antes) se elija si te quieres llamar W.C o C.W. En el caso de C.W, claramente, nadie de su familia quiere llamarse W.C. Es comprensible, los Carrington de los Carrington de toda la vida siempre fueron una familia elegante.
Se pierde también una reforma ortográfica a la que no pienso hacer caso. A mi Pérez Reverte me cae bien, pero me parece que escribe mal y que desde que el y Cebrián entraron en la Academia las cosas no son iguales. Me niego a dejar de escribir la tilde diacrítica o llamar ye a la preciosísima y griega. Total, tampoco va a pasar nada, y no se sabe si dentro de dos o tres años volverán a cambiarlo. Ni caso.
Por no hablar de la ley de Muerte Digna, desde la que aquí me opongo. Ya saben que a mi no me desenchufa nadie sin que yo lo diga expresamente o presente un poder notarial mío autorizando a apagar la luz. Será posible. Qué digno ni que niño difunto, hombre por Dios, bastante tengo que aguantar con que me tuteen los licenciados en medicina, como para permitir que me desenchufe cualquier colega de Paloma Rocasolano hablando de dignidad y para mas inri se lo consulten a mi familia como si yo fuera gilipollas.
Good news es que ya podemos dejar escrito que no queremos que nos desenchufen sin nuestro permiso, diga lo que diga la familia, y mas aún, digan lo que digan los licenciados en medicina. Les recomiendo hagan dicho documento y se lo grapen en la ropa, por si acaso.
Por perderse, se ha perdido hasta las fotos de Letizia vestida de cuero o un artículo del Confidencial dedicado íntegro a su empresa.
Todo eso ha pasado, en su ausencia. Yo, por mi parte, sigo haciéndome la muerta en mi nuevo empleo, no vaya a ser que me detecten.
Verdaderamente no hay como marcharse lejos para que aparezca un nuevo y desconocido individuo.
La de cosas que se está perdiendo C.W. Se pira y los sociatas empiezan con los movimientos de distracción para que nos centremos en debates absurdos y no pensemos demasiado en esta ruina colectiva
Pone tierra por medio y cambian el Código Civil para que (cosa que podía hacerse antes) se elija si te quieres llamar W.C o C.W. En el caso de C.W, claramente, nadie de su familia quiere llamarse W.C. Es comprensible, los Carrington de los Carrington de toda la vida siempre fueron una familia elegante.
Se pierde también una reforma ortográfica a la que no pienso hacer caso. A mi Pérez Reverte me cae bien, pero me parece que escribe mal y que desde que el y Cebrián entraron en la Academia las cosas no son iguales. Me niego a dejar de escribir la tilde diacrítica o llamar ye a la preciosísima y griega. Total, tampoco va a pasar nada, y no se sabe si dentro de dos o tres años volverán a cambiarlo. Ni caso.
Por no hablar de la ley de Muerte Digna, desde la que aquí me opongo. Ya saben que a mi no me desenchufa nadie sin que yo lo diga expresamente o presente un poder notarial mío autorizando a apagar la luz. Será posible. Qué digno ni que niño difunto, hombre por Dios, bastante tengo que aguantar con que me tuteen los licenciados en medicina, como para permitir que me desenchufe cualquier colega de Paloma Rocasolano hablando de dignidad y para mas inri se lo consulten a mi familia como si yo fuera gilipollas.
Good news es que ya podemos dejar escrito que no queremos que nos desenchufen sin nuestro permiso, diga lo que diga la familia, y mas aún, digan lo que digan los licenciados en medicina. Les recomiendo hagan dicho documento y se lo grapen en la ropa, por si acaso.
Por perderse, se ha perdido hasta las fotos de Letizia vestida de cuero o un artículo del Confidencial dedicado íntegro a su empresa.
Todo eso ha pasado, en su ausencia. Yo, por mi parte, sigo haciéndome la muerta en mi nuevo empleo, no vaya a ser que me detecten.
1 comentario:
Que no me desconecten!!! Lo sabe media humanidad. Mirad lo que ocurrió en Inglaterra con aquel tipo que llevaba años en "coma irreversible" y que andaban pensando en desenchufarlo.... el pobre oía todo y menos mal que logró mover una pestaña.
No pido que me visiten en la UCI o donde sea, sólo (con tilde) que no me desconecten, que me olviden y hagan sus vidas, pero yo enchufadilla.
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